La primera vez
que eché un polvo
era casi una niña.
En la casa de sus padres.
En la cama de sus padres
encima de una colcha verde de
raso.
En una colcha verde
llena de tristeza.
Después del pequeño dolor
dijo que ya era su novia
y ya, cambió todo.
Empezaron los celos
las vigilancias
los malos gestos
los insultos
los llantos en el portal
los malos modos
las hostias,
dos ¿cuatro tal vez?
Una amiga le paró los pies
él se asustó
y salió corriendo
pero luego ella
se lo contó
a mi siguiente novio.
Entendí
que estaría sola.
Siempre.
Defendiéndome
de los hombres
y de las mujeres.
***
Era su cumpleaños,
yo le dije:
dame por culo cariño,
pero él no quería
me meé encima de su barriga
para calentarle
mientras seguía diciéndole:
dame por culo cariño.
Fue entonces
cuando sentí
otro golpe redondo
en el ojo.
Mientras caía hacia atrás
pájaros en vuelo
pensaban si pegaba también
a las putas
del club del barrio.
Después,
desperté en la cama blanca
de una habitación blanca
en la tercera planta blanca
del Hospital Clínico
de Zaragoza.
José Ángel,
mi psiquiatra desde ayer
me ha diagnosticado
una esquizofrenia tardía,
mi amor
me ha denunciado
por agresividad emocional.
Va a divorciarse dice
pero me deja a los niños
como consuelo.
¿Qué haré sin él?
Hoy,
una asociación cultural
de mi barrio
ha pedido permiso a José
Ángel
para que pudiese ir
a recitar algo.
Yo escribo cosas
desde hace tiempo,
y mientras estoy en la planta
quieren que escriba
sobre el agua
pero no se me ocurre nada,
solo recuerdo
el color claro de mi orina
cayendo por la barriga
de mi marido,
oscura como el agua del Ebro.
Él me ama
aunque me pegue,
yo siempre se lo digo
a mi psiquiatra
que está sentado en la última
fila
del centro cívico
donde he venido a recitar
hasta las nueve,
en que tenemos que
marcharnos.
Dentro de poco
me pasara a la planta de día
y podré volver a casa
por la noche.
¿Qué haré sin él?
La presidenta de la
asociación
de mi barrio
me ha prometido
que quedaremos un día
para hablar
de lo de mearse encima del
otro
y de lo de que me dé por el
culo.
Yo no lo entiendo muy bien
pero ella dice
que eso,
es más poesía
que toda el agua
que llevan los ríos.
¿Qué haré sin él?
***
Mujer
no molestes.
No me vengas con el
rollo
de que estoy
de que estoy
quemando las
naves.
Tú
Tú
y tu manía de
hablar en verso.
Me estás jodiendo la ginebra.
No empieces otra vez
con que vayamos a casa,
que para algo
Me estás jodiendo la ginebra.
No empieces otra vez
con que vayamos a casa,
que para algo
has estado toda la
mañana
limpiándola.
Más te valía
cambiar de color de pelo,
ya no tienes años.
Y ese escote...
aquí en la barra del bar
delante de todos.
Te confunden
cambiar de color de pelo,
ya no tienes años.
Y ese escote...
aquí en la barra del bar
delante de todos.
Te confunden
sí,
te confunden
con una cualquiera,
al final
tendré que partirle la jeta
al camarero
que no deja de mirarte,
te confunden
con una cualquiera,
al final
tendré que partirle la jeta
al camarero
que no deja de mirarte,
por tu culpa
sí,
por tu culpa.
Hace veinte años
sí,
pero ahora
pero ahora
ese pelo,
no lo digo por mí
es por los niños
no lo digo por mí
es por los niños
ya sé que no están
aquí
pero te desfavorece.
pero te desfavorece.
Mujer
cállate,
deja de decirme
que voy por la quinta copa.
¿Qué van a pensar
mis amigos
de que me abronques?
deja de decirme
que voy por la quinta copa.
¿Qué van a pensar
mis amigos
de que me abronques?
Márchate ya
ponerte seria
ponerte seria
te pone cara de
amargada
y si sonríes
de putita barata.
Venga mi amor,
así,
muy bien
coge el abrigo
márchate
y no llores más.
Acuéstate.
En cinco minutos
estoy en casa.
Sagrario Manrique. Arderás entre todas las mujeres. Ed. Amargord, 2017
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