El
mar y la tierra fosas comunes,
la
lluvia, ácida, y el sol, sediento;
las
botas pies, los pies obstáculos,
los
hombros carga, los ojos lágrimas:
cuerpos
indesmayables desmayados.
Si
tu país no tuviera petróleo, coltán o cualquier ambicionable,
o si
fueras blanca o si fueras rico,
si
fueras hetero o correligionaria,
si
llevases velo o si no lo llevases,
si
fueras lo que no eres ni quieres ni puedes ser,
si
tú no fueras tú
no
tendrías que huir de tu casa y tu paisaje y de tu aire y tu agua.
Las
puertas alambradas y anfitriones
los
soldados, y, si no hay muerte, campo
de
exterminio para los hombres,
las
mujeres, los niños y las niñas
refugiados.
Si
nosotros fuéramos humanos – no digo aún solidarios-
si
tuviéramos cerebro – aún no digo pensamiento-
si
fuéramos respetuosos – no, no digo tolerantes-
si
tuviéramos corazón, ojos y brazos, y curiosidad
–
no he dicho amor, abrazo, mirada ni ansias de saber-,
si
no fuéramos lo que somos porque queremos
y
porque podemos,
si
nosotros no fuéramos nosotros
no
tendrías que huir de tu casa y tu paisaje y de tu aire y tu agua.
¿Qué
es toda esta trama que hemos urdido
para
crear un problema que no existe?
¿Qué
es todo este galimatías técnicoeconómico
irrefutable?
Mentira.
Nada
de eso.
No.
Nada.
Es
muy simple, es
tan
sencillo
tanto:
bienvenidas
a
casa, bienvenidos,
compartamos
el
pan y la sal.
Isabel Rivas Etxaniz. En Muturreko Ahotsak. Voces del Extremo. Loturaren Poesia / Poesía del Vínculo. Amargord Ed. 2017
Un fuerte abrazo a Isabel Rivas donde quiera que esté.
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