XI
pero no quieres nombrar a tu maleta
tú no;
porque tienes escondida
la mano de quien te dio la palabra,
el reducto del último cuaderno,
el grafito suicida que se hace en ti,
porque encuentras un miedo mosaico
amordazado contra la llaga morada de la tortura.
y no te tiñes
con hombres y mujeres que luchan por no dar la
vuelta a la noria.
y no tiñes los pasos,
tú no;
porque gritas como una mosca
revuelta sobre el espejo.
porqué gritas.
y dime tú, entonces,
quién nombra tu equipaje.
y a ti,
a ti, quién te nombra.
XX
bajo la manta de tu vientre
está la leche,
los aullidos magullados del plomo
y la tierra sin su médula ya quebrada
está la mujer que pierde el recuerdo,
el grito en la cima del vómito
y la hoja ya caída de la higuera.
está ahí, donde se calla la lluvia,
dónde.
el paraguas nunca
termina de cerrarse.
XXIV
en la nada
la lluvia
llora sordamente
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