Estoy sola
y la isla en silencio.
Ruedo a mi alrededor
como un insecto que se pica a sí mismo.
No hay clemencia que valga
en este ocasional desasosiego.
Mientras friego los platos
no dejo de sufrir por insignificancias.
Inma Luna. Edificio Nautilus. Ed. Poesía a Sul
Io
ResponderEliminar