Un beso.
Vemos cientos de ellos por la calle.
Algo tan natural que nos parece
y es normal.
Un beso. Ese sentimiento que
sin entender de géneros
recorre todo tu cuerpo,
parando el tiempo y
grabando nuestro alrededor
a cámara lenta.
Un momento que todos
merecemos sentir y nunca sufrir
por personas cuyos ojos
están nublados y no le admiten
ver más allá del color inculcado,
pero sí para pedir recato
y que así avance
el atraso en nuestros derechos,
el atraso de todo lo luchado y logrado,
el atraso de un amor
que no podrá ser mostrado
hasta que no haya nadie a su lado.
Pero amar es un derecho humano
y nunca permitiré que dejéis de daros
los besos que antes os habíais dado,
Ni que os suelten de la mano
por la cual camináis
a pesar de no estar todo logrado,
porque yo estaré de vuestro lado
y todos los que creemos en
los derechos humanos
de cualquier enamorado.
Diana García
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