documentos de pensamiento radical

documentos de pensamiento radical

miércoles, 30 de septiembre de 2020

EL ALMA DE UNA REINA




Rafael Alcalá. De la voz interna de Juana. (Ed. Amazon, 2020)

A esta mujer (Juana I de España), evidentemente maltratada por su

entorno en todos los momentos de su vida, acaso debido a su

hipersensibilidad y su difícil capacidad de respuesta, sólo le queda para

subsistir, el ensimismamiento, el íntimo diálogo con el tiempo y el espacio

lóbrego en que se vio prisionera.

La poesía de Rafael Alcalá, nos ha dejado evidencias, en algunos de sus

libros, de su preocupación por “el otro”. Ello se hace evidente aquí, donde

por medio de la prosopopeya, la metáfora y el dominio del lenguaje, nos

muestra explícitamente la angustiosa verdad de la Reina Juana.

Me permito traer, abigarrados, algunos versos de este hermoso poemario,

que vuela o se sumerge en la Historia, para dejar al desnudo lo más

profundo de la verdad y los sentimientos de una gran mujer:

Sólo quiero su amor, / aunque en humo se pierda repleto de falsía. O este

otro: Ya soy la prisionera de Felipe /¡ciñendo la corona de Castilla!

(Refiriéndose, claro, a “su” Felipe.)

Solamente la música consigue mi equilibrio. (Pocos momentos de

serenidad y de paz encontraría, la pobre.)

Y, otra vez referido a Felipe: No existe mayor fuerza que el amor.

Constatando la falta de cariño de su padre: nada me sobrecoge, ni siquiera

este encuentro / con quien me dio la vida. Ahondando en su propio dolor:

Que mi pena está escrita desde antiguo / en el libro templado de los

tiempos.

Dolorosamente herida por el desprecio de su propio hijo: ¡Creía que ser

madre era subir al trono / del cariño inmortal del hijo poseído!

Evidenciando lo terrible de su soledad: La soledad más recia será mi gran

amiga, y el dolor que ello le causa: Los días son puñales / que traspasan el

alma sin descanso. O éste, igualmente amargo: La desesperación es mi

bandera. Y, finalmente, cito estos versos, aparentemente simples, pero

clarificadores: mientras mi frágil corazón se abrace / al árbol de la vida.

Todo el libro es un compendio de expresiones arrancadas a un alma que él

intuye y percibe sensible y delicada, pero capaz de agarrarse

apasionadamente a la vida y a lo que en ella representa su propia

presencia.

Hoy, en tiempos de lo material y lo meramente estético, merece la pena

dejarse herir o acariciar por estos versos.


                                                                                     Juan Sebastián



1

 

 

En Tordesillas,

a principios de marzo de 1509,

aspiro el humo oscuro

del tiempo desmayado

sobre mi forma estéril.

No siento crepitar mi corazón

en la cegada piedra del silencio.

¿Hacia dónde dirijo mis pasos en la noche

siempre eterna?

¿Hacia el alba?

¡No!

¡No hay amaneceres luminosos!

Por las almenas sólo se adentra oscuridad.

Los soldados de guardia son estatuas de hielo.

No tengo corazón, tengo memoria

que se acerca despacio hasta mi cama,

al tiempo

que suena la campana más alta de la torre

tañendo, acompasada,

un profundo sonido de tristeza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario