Llegar donde ningún otro
ha llegado jamás
formuló aquel famoso capitán Cook
cuando todavía quedaban algunos lugares así
sobre la faz de la Tierra
¿Y si se tratase de una inquietud infantil
alguna suerte de hiperactividad tratable
–tantea Wrongo?
¿Si un ser humano adulto
aspirase más bien
a descubrir lo inédito
ahí donde todos han estado siempre?
***
Hans-Werner Henze aduce
la mejor de las razones
para justificar su exilio:
no quería vivir entre asesinos
Pero
si uno lo piensa dos veces
–bipiensa Wrongo–
¿a qué lejano planeta
tendría hoy que exiliarse uno
si quisiera ser fiel de verdad
a ese criterio?
***
Para ganar elecciones
–analiza Wrongo–
la izquierda
astutamente
ocupa el terreno de la derecha
Tras un tiempo de desconcierto
que no suele durar demasiado
la derecha
recapacita y astutamente
se desplaza al derechizado terreno de esa izquierda
transformista
Derezquierda e izquierdecha
se encuentran
en la tierra de nadie
–eso sí, situada a la derecha
del esquivo centro metafísico–
y se enzarzan en fierísimos combates
por cuestiones de forma
Y así prosigue
la contraeducación de los de abajo
machacados por las armas de la antipedagogía
y las herramientas del soborno
***
Wrongo previene:
Si entre uno
y el mundo se interpone
una secretaria
hay perfiles que pierden nitidez
Si se interponen dos secretarios
o tal vez secretarias
y un ayudante personal
cuesta advertir bastantes cosas obvias
Pero si se interponen tres secretarios
dos ayudantes
un jefe de protocolo y un botones
entonces la noche se confunde con el día
cerca parece lejos y al contrario
las más inenarrables confusiones
paralizan cualquier iniciativa
Si usted se hallase en trance tan extremo
deténgase un momento inspire espire
Siempre puede uno olvidar algo
cometer un error
trabucarse en el párrafo
prescindir de alguna ventaja leve mas decisiva
Puede uno beber un vaso de agua
limpiarse las lentes
y salir a la calle dejando atrás todo eso
Soy
rehén del paraíso
le dijo a Manolo Garí aquel muchacho holandés
refugiado en una cabaña
de una playa remota
en un rincón perdido de Mozambique
Wrongo rezonga
y cavila que hay
dos razones al menos para no perderse
en paraísos perdidos
La primera es que dejaríamos atrás
a nuestros amigos y a nuestros enemigos
entrampados en múltiples infiernos
La segunda es que los paraísos
son una ilusión óptica
Los humoristas gráficos
parecen incapaces de abordar la conflictiva
política de aguas del país
sin hacer chistes malos a costa del botijo
Humilde barro
pariente de la carne
humilde:
humus de lo humano
Pero también
una proeza técnica: la solución
al problema de mantener fresca el agua
bajo calores tórridos, sin gasto alguno eléctrico,
sin contaminación
ni durante el proceso productivo
ni cuando acaba la vida útil del objeto
que acompaña al sujeto
Irreflexivamente dibujan el botijo
como un símbolo del atraso
sin reconocer la insuperada maravilla técnica
que realmente es
El día –concluye Wrongo—
que los hoteles de lujo ofrezcan agua en botijo
en vez de embotellada en minibar
estaremos de verdad aproximándonos
a la sociedad ecológica
Jorge Riechmann. W. Rengo Wrongo seguido de Historias del señor W. Ed. Gato encerrado. Toledo, 2022
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