A los trabajadores de las empresas privadas
se les enfrenta con los de la pública.
A los mal pagados
con los un poco mejor pagados,
a los de aquí con los inmigrantes
y al vecino con el vecino.
Lo que nadie ve, lo que no sale en ningún sitio,
de lo que nadie se percata
en este ascenso del racismo
y el nacionalismo,
es que los que han desaparecido son los ricos.
Las élites se preparan para lo que se nos viene encima
y por eso se han escondido detrás de la patria,
la religión, la tendencia sexual y la xenofobia,
y por eso la gente cuando mira
solo ve catalanes, vascos, musulmanes,
maricones, inmigrantes, pobres y delincuentes,
pero nadie ve a los ricos
y nuestra ceguera es su victoria.
Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Poesía completa (2014 -2019)
Yo creo que la pasividad -y no la ceguera- es su triunfo.
ResponderEliminarSon ambas, Chiloé. Pero Antonio tiene razón, es nuestra ceguera la que propicia la "desaparición" de los ricos. La pasividad se deriva de esa ceguera.
EliminarCierto. He confundido causa con efecto.
Eliminar"Cada vez veo más gente
ResponderEliminarcon una venda
puesta en los ojos.
Incluso he visto gente que,
habiéndosele movido un poco,
se la vuelve a colocar correctamente".
Antonio Orihuela
Desde luego, las élites vienen preparándose... ¡A la vista esta! Ojos, para qué os quiero.
ResponderEliminar¡Pura realidad, Antonio; me parece excelente. Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios. ¡¡Y a abrir os ojos!! (si los encontramos)
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