Querer tener un coche de policía en la puerta de la vivienda propia veinticuatro horas al día es un síntoma de normalidad.
Iván Díaz y Cristina Honorato
Quítese los zapatos y el cinturón
sin perder la sonrisa.
Abra la bolsa
sin perder la sonrisa.
Enséñeme sus objetos personales
sin perder la sonrisa.
Quítese la chaqueta
sin perder la sonrisa.
Levante los brazos
sin perder la sonrisa.
No se detenga aquí
sin perder la sonrisa.
Zona bajo videovigilancia
sin perder la sonrisa.
Lo estamos grabando por su bien
sin perder la sonrisa.
Enséñeme la documentación
sin perder la sonrisa.
Ábrame el maletero del coche
sin perder la sonrisa.
Qué lleva usted ahí
sin perder la sonrisa.
¿Se puede saber de qué se ríe usted?
Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Poesía completa 2014 -2019). Ed. Jarramplas, 2022
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