Cosas de críos juguetones. Pato Donald tiene una pegatina con la bandera roja con la hoz y el martillo, que muestra con miedosa discreción. Le aseguro a todos que esa bandera es fácil exhibirla sin problemas hasta en la siniestra central de la policía. Como es frecuente, surge una apuesta, pero asustadiza. La acepto si me acompañan dos. Compro en el kiosco junto al bar una pegatina similar de la bandera roja y gualda con el aguilucho, y en la parte posterior de su 600 pego la española en la izquierda junto al faro y la comunista en la derecha. Parece significar prohibido adelantar por la derecha, y aparcamos el coche en el parking posterior de la central de Fernando el Católico y de la Oficina de Objetos Perdidos. El coche fue visto por muchos policías de la secreta, y hasta uno que salía hizo un gesto afirmativo con la mano, sonriente por semejante método de señalización. Si una proposición elemental es verdadera, entonces el estado de cosas existe; si la proposición elemental es falsa, entonces el estado de cosas no existe. El psiquiatra y el enamorado pueden vivir confusos.
Antonio Santos Barranca. Diario Nocturno en un país feo. Letrame Ed. 2024
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