Ha
comprado dos botellas de aceite de un litro,
un paquete
de azúcar, pan y unas naranjas.
Debe de
rondar los setenta años,
saca del
refajo un pañuelo y cuenta las monedas.
Me
pregunto si su idea de riqueza
coincidirá
con la mía.
La cajera,
con el desprecio bien aprendido
hacia los
que ya no son útiles,
productivos,
esclavos como ella, me dice
que lleva
cinco años comprando lo mismo
-cuando no
hay que dárselo fiado-.
Recoge la
bolsa, avanza en falso hacia la puerta
y vuelve
arqueando las piernas, el luto,
la babucha
rota,
se iza
sobre sí misma
y me dice
que ha votado a Felipe,
que le dio
la paga.
Extraño
pueblo el de España
tan poco
acostumbrado a la justicia.
Antonio Orihuela. Palos. Ed. La linterna sorda, 2016
Nos quitaron el grillete de la pierna derecha y nos lo pusieron, para reforzarlo, sobre el que ya teníamos en la izquierda.
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