¡Que
nos roban!
¡Que
nos están robando!
Se
lo llevan todo
y
nos roban en nuestra propia casa,
en
nuestra familia,
en
nuestras escuelas y hospitales,
en
nuestro sueldo,
en nuestros días,
en nuestro
tiempo.
¡Que
nos roban!
¡Que
nos están robando!
¿Es
que no vamos a hacer nada?
¿Es
que no vas a hacer nada?
¡Que
alguien llame a la poesía!
¡Que
alguien grite “poesía, al ladrón”!
Que
se enteren de lo que es bueno
estos
nuevos ladrones,
que
suenen las sirenas de la poesía,
las
que ya atraparan a los de Ulises.
Que
les quede claro, muy claro,
a
estos especuladores del aire y del Sol
que
se atrevieron a hurtar nuestra esperanza
y
los colores
que
la poesía no es tonta.
La
poesía está aquí
para
servir y proteger
al
futuro
y
tantas ganas hay de esposar
al
ladrón
con
versos encadenados y
encabalgamientos
que
se han abierto oposiciones
para
la Academia de Poesía loca,
loca
de pasión y justicia.
Porque
hacen falta mujeres y hombres
que
integren el Cuerpo Nacional de poesía
y
llenen las calles.
Poesía
local, poesía autonómica,
poesía
municipal, poesía rural,
¡poesía
antidisturbios!
que
se atreva a denunciar,
que
acuda a la llamada de los
oprimidos
para
defenderlos,
que
se haga internacional,
que
se haga Interpoe,
para
hacer de este mundo
el
que otras poesías soñaron,
que
encierre de una vez y para siempre
a
estos que nos roban
en
un hipérbaton, en una sinécdoque,
en una alegoría para el mañana.
Miguel Ángel Vázquez. En Voces del Viento Sur. Surada poética 2014/2015. 30 poetas de la conciencia crítica. Ed. El Desvelo. Santander, 2016
...pero ¡ya!
ResponderEliminarvamos, vamos... ¡qué hacen ahí despoetizados!...