“vosotros franquistas y antifranquistas, sois hijos de
Franco.
Yo
soy hijo de otra cosa que ya no hay.”
Rafael Chirbes. La caída de
Madrid.
Se quedaron con todo,
también con el rencor,
las formas de reconstruir la
esperanza,
de hacernos
en su idea de la justicia
una ausencia de culpables.
Aunque ya no queman libros
y se han sacudido, como
caspa,
al innombrable
El presente sigue siendo de
azul en las camisas.
Nunca vendrán los nuestros,
porque no se puede avanzar
ni un milímetro
en la fosa común que les labraron.
Se destiñó su color,
el de la sangre.
Atados y bien atados
los dejó el general,
como a nosotros.
Los que llegaron después,
eran sus hijos.
Antonio Orihuela. Palos. Ed. La linterna sorda, 2016
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