documentos de pensamiento radical

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jueves, 16 de julio de 2020

SILITHUS de ENRIQUE FALCÓN -fragmentos I-




Tiempo de cólera y tiempo de misericordia

“Impersonalidad:  juicio por méritos o actos
                            Racionalidad y resolución de problemas
      [ VI / N ]        Puntualidad
                            Reconocimiento de la interdependencia
individualmente limitada pero vinculándose al sistema,
Disciplina:
por encima de todo, Respeto
al derecho de propiedad”.                                                     [Moore]

Tiempo de cólera y tiempo de misericordia

Los toxocaras, los toxocaras
                            de los restos sucios de las perras
     [ CXV / S ]      pueden
                            pueden dejar ciegos a los niños
¿Qué regalo les hiciste y creímos natural?
¿El don de las palabras?
¿La acogida?
¿Temblar con quien aún tiembla?
¿Mantener los fuegos?
¿Convocar lo que fue dispersado?
¿Cuidar al vulnerable?
¿Proteger un río?
¿Caldear la casa, preparar el pan?
¿Abrazar al forastero?
¿Levantar el puño, caminar despacio?
¿Qué regalo les hiciste y pasamos por alto?
¿En qué mañana tardía evitamos mansedumbres?
¿En qué noche de terrores nos hicimos con ellas?
Carente de estatura
la ruina hoy ya ha alzado su copa,
los hombres solo viven un día,
y no hay peso suficiente en quien no ha pedido perdón.

Tiempo de cólera y tiempo de misericordia

La media distancia que un poema abre
                            ante los ojos posibles de la compasión
      [ XII / D ]       solamente de
                            una extrema necesidad, el poema
floreciendo entre escombros y clavos;
la gente, en todo satisfecha       (saciada)
carecía del todo      de necesidades
y nuestros músicos componían
morismas, avatares, trocas de condenación,
esa oposición inofensiva que resultó todo poema.
El cuarto Canto de Bando así lo proclamaba:
una terrible belleza ha nacido,                                                 [Yeats]
ya existe la lengua
en que es imposible decirte: “te engañas”, “tú mientes”
una lengua que no puede decir: “inventas”.                              [Castoriadis]
Nada resolverá la poesía    lujo
innecesario que devoran los ricos
mientras el cuerpo del padre
desnudo queda en el desierto
(porque en las exuberantes llanuras de juncos,
la tierra de las nuevas espigas,
reina un penoso desorden).                                            [Hieda no Are]

Tiempo de cólera y tiempo de misericordia

El motor de los confines que limitan el mundo–
                             acertar con los ojos cerrados
      [ LII / B ]        y acertar con los ojos abiertos:
                             contra la pedriza
hay racimos de gentes que declinan nuevos himnos
a cien metros de ellos se amalgaman las fortunas futuras,
los apilamientos
             del dinero fácil:
de pie frente a los hombres que comen con prisa
de pie frente a los dueños que miden las ciudades
de pie nerviosamente
frente a todo lo que apoyan las leyes de los ricos,
neófitos vestidos de pez, su estéril futuro expropiado
en un amplio silencio cubierto de aguas
–el motor que concita los confines del mundo.

Tiempo de cólera y tiempo de misericordia

Sabed que están buscando estos días el cadáver de Huck
                            a lo largo del río
      [ XL / H ]       arrojan pedazos de pan
                            rellenos de mercurio y las aguas
no devuelven a Huck, que se ha vuelto libre,
los pedazos de pan que alguien
dispersó por el camino nadie los recoge
y nadie va a poder
cocerlo con la levadura de los meses muertos:
el mismo pan que se come a desgana
en el curso de la necesidad
y en el aluvión de los hechos futuros,
tercamente
en el viento que desmorona las cosas
la prevalencia de las fuerzas históricas
sobre las huellas de lo que fue personal,
(y el cuchillo borracho
que aún sostienen los dioses).

Tiempo de cólera y tiempo de misericordia

Que desciendan, que miren, que recuerden
Los que iban todavía a los teatros
                                   la noche del 24 de octubre:
     [ XVII / U ]            ahí teníais a los orondos,
                                   a los satisfechos
defensores de la poesía,
lo que era también decir: de un orden social injusto
que estrenaba nuevas piezas de ópera no muy lejos del desahucio
y películas-usa junto a doradas devastaciones atómicas, los que
jugaban en virtuales ciudades cooperativas a veinte metros del alambre de púas,
con poemas oscuros para días oscuros,
cancioncillas banales entre vidas banales.
(¿Pontificando? Aún no. Todavía
lo habrá de decidir este filo del hacha).
“No tenemos nada que temer
diciendo la verdad sobre nuestra propia fatiga”:                            [Lenin]
ahí teníais a los agotados, a los defensores
de otro modo mucho más honesto
de entonar canciones para el día de cuentas,
un hermano seguro para nuestras mismas fatigas
en la carta implacable de la decisión
con las flores de los años tempranos
y en los frutos de los años tardíos.                          [Goethe]






Enrique Falcón. Silithus. Ed. La Oveja Roja, 2020
El libro tiene licencias 'Creative Commons' y, se puede leer completo en (https://silithus-falcon.blogspot.com/2020/03/silithus-version-de-regalo.html).
 Se puede reproducir sin mi permiso.

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