No
me gusta la esperanza,
estoy
harto de verla
con
el traje de la policía,
del
cobarde, del paralítico.
La
esperanza solo sirve
para
esperar, para aplazar
lo
inaplazable,
para
no arriesgar,
para
no irrumpir en el presente.
La
esperanza vive
con
el temor de vivir.
Esperanza,
en tu nombre
huimos
del ahora.
Antonio Orihuela. Todos atrapados en la misma trampa. Ed. Garum, 2019
[1] Pintada en una calle de París. 2017
¡Hola! Acabo de encontrar tu blog, el poema es muy bonito, bellas palabras, gracias por compartirlo. Te sigo y te invito a pasarte por mi blog. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Carolina, enviame el enlace y me daré una vuelta con mucho gusto. Saludos cordiales.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsperanza, Esperanza sólo sabes bailar chachacha.
ResponderEliminarEsperanza, Esperanza, sólo sabes bailar chachachá.
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