La ventaja es que, como sudamericano,
al salir a la calle puedo comunicarme
en el mismo idioma.
La desventaja, que no aprendo uno distinto.
La ventaja es que al buscar trabajo
de camarero o vigilante
me encuentro con otros iguales a mí
o en la misma situación.
La desventaja, que si busco de profesor
de médico o ingeniero
siento una ligera tensión en el aire.
La ventaja es que gano en euros.
La desventaja, que soy mileurista.
La ventaja es que puedo viajar a Sudamérica
cuando me dé la gana.
La desventaja, que no pueden hacer lo mismo
mis padres por Europa.
La ventaja es la gran riqueza y diversidad cultural.
La desventaja, “¡que inventen los otros!”.
La ventaja es que amo a una española.
La desventaja, que ella me ama a mí.
¿O la ventaja es que ella me ama a mí,
y la desventaja que yo la amo a ella?
Lawrence Carrasco. Amarus & Quimeras. Ed. Ultramarina, 2023
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