desgraciada
mente
no
creemos
en
nosotros mismos
pero
como pretendemos
igual
mente
hacer
realidad
nuestros
sueños
somos
tan listos que
solo
se nos ocurre
entregar
confiada
y ciega
mente
nuestra
fe
y nuestra
voluntad
a
hombres
que
sí creen
ciegamente
en
sí mismos
y que se valen de ellas
de
nuestra fe
y de nuestra
voluntad
para
hacer realidad
los suyos,
sus sueños:
nuestras
peores
pesadillas:
nuestros
héroes son
unas personas espantosas:
isaak
bábel:
David González. Campanas de Etiopía. Los que viven conmigo. Cuaderno I. Ed. Origami. 2015
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