Exilado permanente,
en sudarios te encuentro,
idioma, mi patria.
Celado y estuprado sin tregua,
entre patrañas.
A merced de la bullanga
de mercachifles,
políticos y poetas,
habitantes del infame aluvión.
Maltratado
por bocas aviesas,
en constante parodia
de lo que eres tú.
Violado en trampas,
disimuladas a conveniencia
o descaradas.
Idioma, mi patria,
mi matria.
Agustín B. Sequeros, Abril, 2015
Me gusta muchísimo. Es un maravilloso canto de amor a nuestra lengua!. Es un poema de los que permanecerán.
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