Tu rostro es el
rostro de todos los otros
antes de ti y
después de ti
tus ojos
sosegados como un amanecer azul
siempre en
retorno
pastor de nubes
guardián de la
belleza blanca y diversa
el paisaje que
descubrí en tu boca clara
alberga el
secreto de tu sonrisa
como las
montañas albergan pueblecitos blancos
y tu pulso la
medida de su gozo
sin principio
sin posesión
sin muerte
rostro
que amo
rostro
del amor
Ingrid Jonker, Kantelson (Sol volcado),
1966, poemario póstumo.
(Traducción
del afrikáans: Agustín B. Sequeros)
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