Me
dirijo donde aparqué el coche.
Por
un lado el ruido del autobús que pasa,
por
otro el de un taller de neumáticos,
unos
cuantos tipos toman café en la terraza y vocean,
más
allá están podando varias palmeras
y
al girar la esquina
el
estrepitoso festival de gritos ensordecedores
de
unos ciento y pico niños en el patio de un colegio.
Y
sin embargo esto último es la belleza.
*
Hay
quien se orienta por los árboles
hay
quien se guía por su perro
hay
quien se mal orienta por gps
hay
quienes se pierden en las calles
hay
quien se desorienta por un beso
hay
quienes se quedan quietos
hay
quien rompe brújulas y mira las estrellas
hay
quien se encamina por el zumbido de la abeja
hay
quien elige la buena senda de la poesía
hay
quienes preguntan para llegar
hay
quienes huyendo se cobijan en un escaparate
hay
quien levanta el índice mojado con su saliva
hay
quien pone migas de pan para los pájaros
o
piedras en el camino
y
de verdad piensa
y
cree que sabrá volver al hogar.
SELFIE
Hazte
bien la foto y
mírate
la
cara de amargado
manso
explotado
por
una empresa
que
te suelta a la calle
con
uniforme de comercial
a
vender sus productos
y
en el camino
te
dice que ha hecho
una
provisión de fondos
de
un millón de euros
para
despedir
a
quienes no cumplan
los
objetivos marcados,
a
quienes no ocasionen
los
márgenes de beneficio necesarios
que
permitan subsistir holgadamente
y
den el confort apropiado
a
la Compañía.
Repasa
bien la instantánea
y
verás tus ojos
como
se parecen
a
las manecillas de un reloj
que
no necesita cuerda.
Mira
tu retrato con cuidado,
con
amor, con respeto,
has
de darte prisa.
Mírate,
respira, piensa en ti y en lo que te inculcó tu viejo:
"Hijo,
ponte siempre a salvo de las malas compañías".
Y
EN ESO
espero
en un bar de polígono
a
que se haga la hora de ir a visitar otro cliente,
mientras
me noto los pies hinchados,
los
ojos que caen a trozos y la espalda que se me rompe
y
en un periódico que hay en la barra
leo
la porquería de sus candy señorías crash,
y
me desespero con el catecismo del BOE
y
me mata la tristeza
y
cambio periódico por cualquier libro de poemas
de
esos propósitos que siempre me acompañan y
tomo
contacto con seres extraños y libres,
paisajes
inverosímiles, certeras realidades,
sentimientos
vivos y náufragos,
que
aparecen escritos en sus páginas
y
en eso
me
pregunto -corazón inmaduro y necio-
qué
hay que hacer para que ellos
puedan
aspirar a gobernarnos.
Javier
Gm. Nada
es lo que parece. Edt. Babilonia, 2015
pedidos a: www.edicionesbabilonia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario