lo realmente imperdonable
de los poderes de este mundo
para Luis González
Reyes y las compañeras/os de Ecologistas en Acción
No nos dejan tiempo
para enfrentarnos a lo que de verdad importa:
la finitud humana
el rompecabezas del sufrimiento
el desamparo infinito
nuestro tener que morir
la transpiración del mal
el desamor y el amor
No nos dan respiro:
24/7 (el día entero y la noche, semana tras semana)
nos fuerzan a extraviarnos en los asuntos más
primitivos:
empresas multinacionales
adquisición y transmisión de propiedad
creación de dinero por los bancos
privatización de lo común
tramas financieras autoridades corruptas
fraude en los impuestos cuentas ocultas en paraísos
fiscales
conservar el empleo
qué comer mañana, como si no lleváramos
doscientos mil años en la Tierra (o siete millones,
según desde qué tatarabuela decidamos echar cuentas)
y unos ocho milenios en las ciudades
Casi todo nuestro tiempo malgastado
con tal primitivismo: eso es lo imperdonable
infrasimplicidad,
infracomplejidad
Nuestra realidades:
demasiado simples
demasiado complejas
Por una parte
una muy sencilla historia de dominación
desde Ramsés II hasta Goldman Sachs
Por otra parte los detalles
se han vuelto laberínticos
hasta el extravío: para tratar de orientarse
hoy hace falta saber de exoplanetas
derivados financieros células madre
nanotecnologías neuromárketing paraísos fiscales
habría que cursar
casi un par de másters cada año
y aun así no llegaría uno
¿Debería sorprendernos tanto
que la gente se refugie en el fútbol
y en el escote de la presentadora?
Jorge Riechmann. Himnos craquelados. Ed. Calambur. 2015
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