Aceptar que somos fragmentos cambio constante animales
que no buscan realizar valores
sino sólo saciar necesidades
liberarnos
de la ilusión del yo
la trampa del libre albedrío
y los engaños de la moral
extirpar las nociones
de finalidad y de esperanza
abandonar la idea misma de sentido
y el herido afán sisífico por cumplirlo
volver a poner a Nietzsche y Schopenahuer
sobre la mesa de noche
junto a la petaca de ajenjo
y la polvera con cocaína
avanzar por la senda de la autocreación humana
con un rico impulso biotecnológico
y más de una botella de buen bourbon
son planes de vida
que sólo cabe plantearse
en California o en Baviera
a partir de los 80.000 dólares al año
los demás
apretamos los dientes
y seguiremos
resistiendo
Jorge Riechmann. Puente de hielo (cantata en andrajos). Ed. Librería Cálamo, 2008.
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