Buscar confirmación y fama,
exhibirse, son componentes de la voluntad humana de los que el sabio taoísta
opina que uno debe liberarse. Los taoístas hablan en este punto de no actuar
(wu-wei). Pero no piensan en la inactividad, sino en una actividad
en lo posible no intencional, tal como la de la naturaleza. (...) Lo que
quieren decir puede describirse de la siguiente manera. Primero: no centrar
la propia actividad (incluida la propia actividad política) en la
búsqueda de reconocimiento. Segundo: no ponerse metas innecesarias, ver
el círculo de la propia actividad tan pequeño como sea posible (ocuparse
del propio cuerpo, no de la fama, dice Lao Zi en los parágrafos 13 y 14).
Tercero: actuar sin reparar en sí mismo (...), un pensamiento que
luego fue adoptado por el budismo zen.”
Ernst Tugendhat, Egocentricidad
y mística, Gedisa, Barcelona 2004, p. 148-149.
Jorge Riechmann. Autoconstrucción. La transformación cultural que necesitamos. Ed. Catarata, 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario