No hay camino de vuelta,
pero a veces, dos personas
coinciden en el cruce secreto
de un pensamiento
que solo ellas conocen,
por el puente que une
las flores del jardín de la memoria,
vuelven en estío los cuerpos desnudos
y las olas que en el mar aún se levantan.
Siguen ahí, las dos.
Antonio Orihuela. Salirse de la fila. Ed. Amargord, 2015
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