Eras
casi tú,
a
saltos rogabas a tu dueña
que
te quitara la cadena.
-No
me molesta, al contrario,
me
gustan los bóxers.
Eras
casi tú,
vivo
en el presente eterno
de
los tuyos.
-Los
bóxers y los lamas
son
los únicos que eligen bóxers
y
lamas para reencarnarse, le digo.
Eras
casi tú,
de
nuevo en este mundo
que
hace años dejaste.
-Pues
voy a tener que caparlo
porque
tengo dos perras más
y
no sé qué hacer con él
cuando
se ponen en celo.
-Antes
me lo regalas.
Eras
casi tú,
alegre,
juguetón,
capaz
de sacar de cada uno
lo
mejor que llevamos dentro.
Te
pensé en la disyuntiva
entre
elegir seguir con tu dueña, castrado,
o
venirte conmigo.
Los
tres sabemos
lo
que habrías elegido.
En la foto Humo (el perrito de jorge riechmann) y Rockydor,
el bóxer al que serví durante tantos años, disfrutando de
las playas de Mazagón, invierno de 1999.
Foto de Natividad Corral.
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