PALABRA
ILUMINADA
Escribo, luego existo
porque digo mi vida
y al decirla la
construyo.
Porque sueño la vida
y al soñarla, la
canto.
Y cantar es vivir
en la palabra
iluminada.
MEMORIAS
Del deseo hasta el papel,
así la construcción de mi persona.
Qué palabras, qué recursos,
qué miserias.
Soy lo que te dice este poema.
El lúcido delirio de una hoja.
Una verdad.
Una mentira.
LA VOZ
DEL SILENCIO
Lloras
porque no escuchas el silencio.
La hoja en blanco, entonces.
La escritura.
LECTO-ESCRITURA COMPRENSIVA
Dije tantas cosas
cuando escribí tu nombre
que se impregnó mi mano
del aliento enfermo de la pérdida:
la soledad irremediable de mi vida,
la ausencia oscura
por donde se resbala
el tiempo malherido de mis ojos.
FLOR DE
OLVIDO
Un banco solitario en una plaza.
Llueve.
Un kiosco cerrado.
Excrementos de palomas
en los charcos.
Pasos lentos.
“Aquí crecí”-se dice el visitante-
“bajo el mismo aguacero”.
Un pensamiento, entonces,
veloz ante sus ojos.
La lluvia se lleva una sonrisa.
El recuerdo de una rosa
florece en el olvido.
MOJADA
FRAGANCIA DE UN TIEMPO PERDIDO
Plaza, mercado,
mañana, nubes.
Un niño que mira
caer la lluvia.
Huele la luz
a pan,
a nuestra infancia.
José María García Linares. Palabra iluminada. Ed. Nazarí, 2018
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