Uberto Stabile y yo,
en la calle Orizaba,
como un sueño cumplido,
buscando un fantasma,
una intensidad que, en realidad, sucede
cada vez que estamos juntos.
Todas las puertas están abiertas.
Todas las sombras están lejos.
Todas las rosas están por cortar.
Estamos en la calle Orizaba 154,
entre Zacatecas y Querétaro,
en la Colonia Roma,
todas las puertas están abiertas
y llueve sobre nuestro corazón.
Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Ed. Irrecuperables, 2023
No encuentro belleza en las palabras
ResponderEliminarni hallo fe en las plegarias
por ello me sigo preguntando
cuántos muertos caben en una oración
en una bandera
en un discurso a la nación
en un olvido.
— Uberto Stabile