Desde
que nació vive en la misma casa.
Entre
las mismas paredes cuidó
primero
de sus hermanos y, después, de sus padres.
Conserva
rutinas, cada una en su sitio,
custodia
recuerdos que alimenta
a
las mismas horas
y
con idénticos detalles.
Sus
miembros alargados son trasparentes,
y
sus venas parecen un entramado de luces led.
Aunque
siempre fue cumplidora y solícita,
hay
quien dice que ahora descuida la casa;
ya
no ve apenas nada, dicen...
Aunque
se esmera en frotarlos,
no
ve la mugre que acumulan vajilla y cubiertos:
los
mira orgullosa cuando los seca;
luego
se sienta en el salón y observa
las
peleas de los más pequeños
los
muebles que vapulean y arrastran
la
ternura templada de sus padres
el
humo del fuego que huye para siempre...
Su mirada
atraviesa suciedad,
pintura,
paredes, incluso relojes...
Con
el paso de los años
ha aprendido a mirar
hacia adentro.
Tirso Priscilo Vallecillos.Entrevista a Albert Einstein. Ed. Trea. 2023.
Cuánto de sí misma recordará, no lo sé, pero parece que se aferra con grapas de acero a la única certeza que marcó su vida: Que todos los días, pase lo que ocurra, ha de procurar a los suyos cuidados, cobijo y comida.
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