FRIDA KAHLO - SARI
Para Frida, el amarillo significa locura,
enfermedad,
miedo, parte del sol y alegría.
LA MÁSCARA ardiente de mis manos
es autónoma de mi mente. Manos ajenas.
¿Me redimirá el cuerpo dividido? ¿Es la imagen tan necesaria como la palabra? En la noche se oye fundición de metales. Claudia escribe fábulas de hormigas imaginarias, la araña de la intención asoma en las manos, la lombriz se oculta en el erial que tengo por dominio. Hay un polvo de avispas que impregna el insomnio, sus aguijones en la epidermis de la piel, mas, no se rompe el yugo de la luz. De las apófisis de mis vértebras cuelgan mis vestidos y mis vestigios. ¡No sorprenden los gemidos del hambre, la sed del deseo de Diego! Un animal de luz abre las sombras y Egon Schiele nos llena la boca de pintura amarilla.
LETZTENGESANG DES
TODES[1]
LA IRA de tu piel es también la ira de la luz (polarizada).
Si
hubiera justicia sólo debería conservarse (o consumirse) en SAL quien nunca reemplaza
una Ausencia por otra. Debería ser castigo reservado a los vivos, sin embargo,
yo conservaré todo aquello que te recuerde en cajas de lenocinio y en el
laberinto del luto se oirá tu Voz contra la verdad (pintada o escrita) del
hermano. ¿A dónde irá tu Voz maravillosa ahora que tu boca ya no habla? ¿Irá a
la piedra de mi epitafio o al laberinto de mis libros? ¿Habrá algún ángel
oscuro escondido en el no tiempo de tu mirar indecible? No. La muerte es sólo una
vieja música tocada por el insensible/invisible Anciano de los días. La música es su propio lenguaje.
Si
justicia hubiera no existirían horizontes amarillos ni pájaros negros. Habría
sólo voces de espliego y amores entre la cuna y el féretro. Habría la Voz de
quien no separa la muerte de la vida, la Voz de sexo que se muerde cual
manzana. ¡Ay amor, te vas y me dejas –solo y callado– en la ira de la luz!
FLOR
MÁJICA[2]
DE MOGUER
A María
Raposo
¿QUIÉN tiene una
certeza? -preguntaste.
Al menos una: como dijo el poeta sólo
mirar/morir es ciencia; y mirarte es desearte y morirte es comer uvas de raposa
en el tálamo del olvido. Todo lo demás es confuso (menos tu vientre), como
el polen de la peonías esparcido al viento. Confuso el color de tu pelo irisado
por la luz de Moguer, sin tiempo dentro. Confuso el placer audaz, distrito del
volcán de mi verbo. Ensayo se hizo todo, hasta que la tibia noche de estío
rompió el espejo azul de tus dos luceros. Dudo del fuego concentrado que me ofreciste en la umbría de una ilusión,
como si perdiésemos la única oportunidad de cometer el crimen de incendiar el
mundo. Sólo sé de ti que eres tout
feu(mme) tout flamme y todas las palabras que se dedican a una diosa deben
elevarse hacia el cielo como colibríes fuera del alcance de tarántulas terrenales.
NANA PARA UNA SO(M)BRA
¿CÓMO SE ACUNA una sombra, Circe:
con el Carmen de las sobras o con una nana para dormir el hambre?
Dime si allá en el reino de los sueños, hay algún ángel
(o demonio) que tenga la Voz dulce del pan con el que se alimenta el espíritu.
Dime, Carmen-Penélope ¿esperarás en mi recuerdo hasta que el ángel de la Última
hora venga a visitarme con tu máscara de ojos negros?
LABERINTO DE SOMBRAS (II)
ENTRE
MÍ y
mis pasos hay un intervalo
como
el espacio vacío de las letras.
Camino
un camino de palabras: si miro hacia dentro o hacia una mujer morena yacente,
veo termitas, tal reguero de fuego, que devoran el libro de la vida.
Las
termitas son el tiempo: la medida del mundo. Ellas saben que el laberinto de
luz y sombras (no) tiene límites. Saben que este laberinto conduce al Olvido
DIALOG ZWISCHEN DER TOD UND DAS MÄDCHEN (EGON
SCHIELE-1915)
Y tu boca se entregó a la muerte
en el secreto cierto de una sombra.
‒SI ME ABRAZO a
ti, espero una vieja nana/nada
como canción de acunar niños antes de dormir.
La muerte responde: ‒Si te demoras en este umbral incierto, comprenderé, que antes
de cruzar esta puerta, quieras hablar. Mas qué dirías a esta vieja
sombra errante. ¿me ofrecerías un ramo de
añoranzas? ¿Dónde habitará mi propia sombra cuando no seas mas que el recuerdo falso
de una Voz inaudita?
Ella se calla; adivina que la muerte también muere con ella,
porque el amor (o el óbito) se mide por el diamétro infinito de un cuadro de
Egon. Concibe las infinitas variedades de la muerte como una sola, como el
escenario silencioso de su piel. Y con un leve gesto envolvente, abraza la gran
insolvencia de la vida.
DERNIER BAISER[3]
Le silence gémit sur une blessure.
ANOCHECE
otra luz y la noche
se
presta a cambiar de dioses.
Entre dos cielos te rozaría, Anelhore, como ave de
estrellas constelada. ¿Hay poesía en la Ausencia o Ausencia de poesía en esta
Sombra que no se resigna a lo oscuro?
Jamás mis labios rompan tus labios ni la Palabra enredada en el mundo. El último beso siempre es luz y herida. Des blessures pareilles au silence
du sel.
Une autre lumière
tombe et la nuit
se prête à échanger de dieux.
Entre deux ciels, je
t'embrasserais, Anelhore, comme un oiseau d'étoiles constellées. Y a-t-il de la
poésie dans l'Absence ou l'Absence de poésie dans cette Ombre qui ne se résigne
pas à cette noirceur ? Jamais mes lèvres ne brisent les tiennes ni la Parole
empêtrée dans le monde. Le dernier baiser est toujours clarté et blessure. Heridas
semejantes al silencio de la sal.
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