para Guillermo
Rendueles y Santiago Alba Rico
A base de campañas publicitarias, el Capital
podrá hacer ricos a los publicistas
pero no acabar con el racismo, las drogas
o la violencia contra las mujeres.
A base de ONG’S, el Capital
podrá colocar, lejos,
a un ejército de jóvenes bien cualificados
pero no acabará con la pobreza.
A base de concertación laboral, el Capital
podrá seguir teniendo contentos a los
empresarios
pero no solucionará la lucha de clases.
A base de psiquiatrización masiva de la población,
el Capital
podrá seguir haciendo ricas a las
corporaciones farmacéuticas
pero no curará a la gente del estrés, la
depresión
y el malestar social.
La misión del capitalismo
no es descubrir
y solucionar nuestros problemas
sino convencernos de que no hay ningún
problema,
que la anormalidad en la que vivimos nuestras
vidas
nos hace sujetos perfectamente normales.
Cuestión de bregar con el paro,
el egoísmo, la insolidaridad, la
precarización,
la flexibilidad, la explotación laboral, el
fracaso
y el mobbing como problemas personales,
pero también, sobre todo,
de mantenerse lejos de esa gran terapia de
grupo
que
llamamos revolución.
Antonio Orihuela. Esperar Sentado. Ed. Ruleta Rusa
No hay comentarios:
Publicar un comentario