Mientras se amaban
había pozos en el cielo
triángulos de sedientas grullas
nubes amoratadas
¿de olor a sótano a salitre?
había calma y nacimiento
de pinos circulares
cuando se abría mayo
cuando abrías tus ojos
pero estaba pudriéndose su carne
***
oye las hojas
de cuando fueron álamos
su corazón aprende
de las mudanzas: la semilla
en las ramas descubre
una gran oropéndola
aquella que soñaron
mientras se amaban
***
pero hubo una mujer
brillando dentro de los limoneros
su carne prodigaba
jugo del sí
si para comenzar todo de nuevo
la memoria tuviera
menos pérdidas
más olvidos menos repasos
pero hubo una mujer
que creció con tu cuerpo
Tarde anfibia
no habíamos visto tanta luz
y aún no era verano
los granitos de sal
se ampliaban en pirámides
que se salían de color
y daban alba lumbre desde el blanco
tarde anfibia de brillo y más espuma
por mirar esas aristas de sal
juntamos alba
su lumbre desde el blanco
tarde anfibia de brillo
y más espuma
por mirarlas con ojos de jilguero
conocimos la calma y el amor
milagro vertical
lo llamaban aquellos hombres
de rostros trasatlánticos
y caballos de mar en velas
***
ya bajo por la rambla de esta isla
bajo entre ramos de flores para enamorados
y cíclicas coronas para muertos
bajo casi rozándome por las baldosas
como un buen patinador entrado en luz
como agarrados por el sol
y por esta llovizna de verano
que despeja hospitales
recordando que en julio
te salen flores de albahaca en los dedos
***
la marea nos lleva al ahora
y multiplica la blancura
en beso y esperanza
quiero verte debajo de este cielo
que nos sujeta y nos asombra
como cuando te conocí
casi niña y nos dábamos al aire
la marea nos lleva al ahora
y quiero que permanezcamos
en silencio extendidos por el sol
como si hubiéramos
rozado alguna vez la edad
del paraíso
(Del libro, Márgenes, 2012)
Julio César Quesada Galán. Con permiso del olvido. (antología poética. 1996 -2020). Pre-textos, 2021
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