Sucedió exactamente a mediodía, otra vez,
en tu propia casa:
la antigua danza roja de los hibiscos.
Mientras, tú te quejabas porque hacía viento.
Tus manos -sin querer- se mimetizan con los barrotes invisibles de la jaula.
Imposible ya saber
dónde terminan los juicios
y nace la posibilidad de la belleza.
DE “EL GOL DE INIESTA Y OTROS ÉXITOS RADIOFÓNICOS”, EDITORIAL VERSÁTILES, 2021.
Me llama poderosamente la atención el hecho de que el autor del poema (que, por cierto, me gusta), admitiera ser condecorado por el ministro de Justicia con una cruz de San Raimundo de Peñafort, cuando se trata de un premio de origen franquista en el que, para más inri, interviene el arzobispo de Toledo. Tal distinción también la obtuvieron, entre otros muchos: Blas Piñar, Joaquín Calvo Sotelo, José María Escrivá de Balaguer, Manuel Fraga, Ángel Acebes, etc.
ResponderEliminarChiloé
Buenos días, soy el autor del poema. En primer lugar, gracias por su atención, por acercarse a mi poema. La razón por la que fui condecorado con la cruz de San Raimundo de Peñafort es que fui el número de la XXXIV promoción del cuerpo superior jurídico de Letrados/as de la Administración de Justicia (anteriormente nos llamábamos "secretarios judiciales"), al que accedí por el turno libre de oposición entre licenciados en Derecho de toda España. Igual sucede con el primero o la primera de cada promoción de Jueces y juezas, creo que de fiscales, etc. Fue muy ilusionante sobre todo para mis padres y demás familia y amigos, que tanto me apoyaron durante los duros años de oposición. Pero me ha encantado conocer el dato que aporta Usted, no sabía que a esas otras personas les habían galardonado también. Desde luego, imagino que intuirá que estoy en las antípodas desde el punto de vista ideológico y de posicionamiento en el mundo que todas y cada una de las personas que relaciona... Un saludo. Encantado de conocerle.
EliminarPues comprendido, señor Letrado de la Administración de Justicia. Buena explicación. Como bien sabe, el derecho es el lenguaje del poder y cada palabra, cada término, cada argumento o el modo en que se escribe o dice una frase es crucial y carga consigo mucho peso. Por extensión, el lenguaje de los juicios es árido y seco, y... ahí estoy yo. Aunque el anonimato es un derecho -que no sinónimo de impunidad-particularmente hoy me gustaría identificarme. Pero no debo hacerlo. Si no sé cuidar de mí, difícilmente podría ayudar a terceros.
EliminarEres bueno escribiendo.
Chiloé
Quién está a salvo... hay veces que nos dejamos violar en defensa propia
ResponderEliminar¿Legítima defensa, entonces? Craso error. Horror.
EliminarChiloé
Aclaro que nunca he sido violado... en mi respuesta al comentario anterior explico todo. Un saludo a los dos.
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