V
Carta anónima a los sobrinitos y sobrinitas de
A vosotros, que crecéis con la
humedad de las primeras aguas de otoño, dulces y tiernas como las yerbas que
rompen la aurora de los días, retamitas de la tierra, golosinas del aire. A
vosotras, que aprendéis a decir las primeras palabras escuchando a los pájaros
cantando en las breveras. A vosotros, que sacáis las pichitas al aire y meáis
la arena alegremente. A vosotras, que tostáis al sol vuestros chochitos de
leche de cabra.
Sobrinitas y sobrinitos míos,
retamitas de las lunas gordas de febrero, suerte habéis tenido de nacer de
padres y madres que aman las noches oscuras de
A mis niños, crecidos al compás de
las lunas moras y de las tuneras de los vallados. A mis niñas, con sus primeros
dientes de maíz dándoles bocaditos a los cañaverales de los navazos. Vuestras
cagaditas son terrones de azúcar para la tierra, comidita para los escarabajos
peloteros. A mis niños, que crecen revolcándose por las arenas como si fueran
animalitos salvajes. A mis niñas, salpicadas de lluvia en sus correrías por las
retamas. Vuestras pisaditas en los caminos son manojos de espárragos en
vuestras manitas de leche.
A vosotros, que un día despertaréis al amor al cobijo de una retama y el rastro de una lagartija os hará compañía en el instante que mane la sensación esperada de un cuerpo mitad leche, mitad carne. A vosotros, mis deseados cantos en las noches tristes y de derrota. A vosotras, mis amadas niñas de los silencios y de las largas noches de invierno.
Sobrinitas y sobrinitos míos,
zarapicos de los esteros que vuelan por las venas de
A mis niños, tan crecidos como las
papas en mayo. A mis niñas, con sus frutas hinchadas como granadas por
septiembre. A vosotros os escribo desde el anonimato universal y la penumbra. A
vosotros, golondrinas del retorno, aves sin gallinero.
Dejo en vuestras manos esta Isla que
padece la enfermedad de la especulación urbanística y el síndrome de
abstinencia derivado de estos casos.
Eladio Orta. Los cuadernos del tío Prudencio. Wanceulen Ed. 2021
Veo mucha delicadeza (esa cosa pequeña que se transmite como una seda de lenguaje bajo todo lo que dice). Y una buena sacudida a la moral convencional, los usos sociales y las ¿buenas? costumbres.
ResponderEliminarChiloé
Perfecta descripción... delicadeza y cultivo frente al monstruo social y las lógicas del capital.
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