documentos de pensamiento radical

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sábado, 7 de diciembre de 2024

LAMPÍRICOS de ANTÓN LOPO (fragmento IV)

 




Voy en busca de un poema y me encuentro a Lopo bebiendo vino de Vilachá en una taberna. Nos saludamos y me invita a su mesa.

Él dice que el vino de Vilachá tiene sabor a pizarra y densidad de madroño.

Pido de su vino para comprobarlo y, efectivamente, percibo la pizarra y el madroño,

con notas adstringentes que me recuerdan —me hago el interesante— a las… ¿moras?

“¡Exacto!”, se reafirma Lopo y, ya más confiado, me explica que está a tratamiento.

Los párpados y la arrugas, acumuladas las arrugas en la comisura de los labios —como el envoltorio de un caramelo— certifican temporadas de desorientación.

“Y además —añade— me he quedado en el paro”. “¡Increíble!” —me pasmo.



Después de una larga conversación le pregunto si como poeta busca la belleza.

Él responde que no busca nada y arquea las cejas, “espero con paciencia botánica”.

Yo —tal vez instigado por el vino— le sostengo la mirada, “hay plantas que esperan a sus presas”.

“Claro —sonríe—, las plantas carnívoras… ¿Pero usted cree que las plantas carnívoras son más inteligentes por el simple hecho de ser carnívoras y esperar?”

“Al parecer —me dejo llevar por el desafío de su serenidad—, el consumo de carne, el canibalismo, fue esencial en el desarrollo del cerebro humano”.

Él pone los ojos en blanco, “fíjese usted… Existen plantas carnívoras pero no existen plantas herbívoras. Las plantas no se comen entre sí”.

Nunca había reparado en esa cuestión y le digo “reconozco que es una cuestión en la que no había reparado”.



“Pues es una cuestión inquietante: alimentar a las especies con la carne de su propia especie. Ahora se estila mucho. Los ingenieros aseguran que así las especies producen más.

Siempre me he preguntado si cuando comes carne comes la memoria de esa carne. Si hay una memoria que está en la carne y no recordamos.

Una memoria que nos transforma, como toda memoria, pero que no forma parte de nuestra experiencia sino del hambre de nuestra especie”.

“¿Habla usted de una casta de supervivencia?” “En absoluto, querido amigo.

El escritor que espere la inmortalidad es un necio. Hablo de canibalismo… El canibalismo… La especie… La especie, ¿sabe?”.


Antón Lopo. Lampíricos (Diarios 8). Letraversal Ed. 2024

2 comentarios:

  1. Publicar Antón Lopo é unha das mellores ideas deste ano maldito 2024. Parabéns. ASB

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  2. Sin duda. Un soplo de aire fresco entre tanta tontería...

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