Uno
de los mejores poetas vivitos y coleando. Porque los demás somos otras cosas y
poetas, casi siempre primero otras cosas, pero él es poeta desde que se levanta
hasta que se levanta de nuevo. Podría
escribir una biblioteca entera sobre la poesía, pero no lo hace, porque
fundamentalmente no le gusta dar el coñazo y porque maldice la poesía concebida
como un lujo. Le gusta escribir, y ahí no parte peras, los versos más libres
que en España han sido, sin mirar qué se escribe, qué se lleva, qué gusta, qué
dirán, porque su amor es tan libre como su poesía, que todos soñamos y nunca
ejercimos, anclados en relaciones heredadas y formas sistémicas.
Yo
no trato a Eladio, sólo lo leo, y me río un río y me conmuevo y me muevo un
huevo y me hace tener ganas de salir a la calle a hacer cosas y me hace pensar
por qué no lo envidio. Quizás, respondo,
porque no se ufana, solo construye, porque no se queja, hace. Sólo lo veo una
vez al año cuando ejerce de anti-mesonero, anti-manager y anti-public relations
entre las retamas ¿dónde está Eladio?
Carlos Enamorado. Retratos, paisajes y bodegones. Ed. Letras Cascabeleras, 2024
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