¡Oh, Dios!
Eres bello y adoras la belleza.
Tus siervos
aquí
siembran discordias sobre tu vasta tierra,
destruyen museos, discos de música,
los colores naturales en los cuadros,
las alegrías en los bailes.
¡Oh, Dios!
Ellos matan en tu nombre,
siembran fealdad en tus seres.
¿Cómo pueden
verte bello?
Tú, que sabes más que nadie
lo que esconden los pechos,
Tú, el más poderoso.
¡Sálvanos, oh
Dios, de ellos!
¡Oh, bello!
Oh, adorador de la belleza.
¡Sálvanos de ellos!
Mohammed Abid. Mero rumor. Ed. Diwan al- Maghrib, 2025
Traducción de Mohamed Larbi Ghajjou
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