V
LA SOLEDAD
Mientras en esta ciudad parpadean
las pantallas
con pornografía, vampiros de
ciencia ficción
y asalariados doblándose bajo el
látigo,
también hay que caminar… nada
más, caminar
entre la basura mojada, con las
crueldades
de nuestros barrios en primer
plano…
Veintiún poemas de amor. Adrienne
Rich
5
El
amanecer como la noche no tienen misterio ninguno para nosotros…
Llevamos
milenios recibiendo al día –solos: entre millones– desde nuestros puestos de
trabajo o desde nuestros lugares de servidumbre…
La
poesía del alba solo está en vosotros que dormís en ese instante y que cuando
por un casual despertáis y lo contempláis –como sucede con los atardeceres– os
arrebatan…
El
estro poético os sacude entonces porque estáis descansados…
Porque
lo contempláis todo como lo excepcional no como lo cotidiano y lo repetido
hasta la saciedad: horro todo de misterio…
La
poesía no existe para nosotros si no es a nuestro lado: a ras de cansancio y de
hastío… Y a ras de cansancio y de hastío no es fácil hacer poesía: ¿verdad…?
Para
nosotros
La
pálida luz del alba es una compañera más: como la amoratada luz del ocaso…
O
como el tránsito de la luna por el firmamento…
Buenas
compañeras: buenas y fieles compañeras sin más…
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