Fallo del sistema, no, no somos demócratas.
Desde la noche de los tiempos
han muerto
los rebeldes
a manos de los poderosos,
si miro atrás
veo
que mientras el campo andaluz
se declaraba en insurrección
algunos ya preparaban
sus actas de diputados
eso si
de la izquierda.
Cuando los votos no les bastaban
se metían
en revoluciones
de las que desertaban al primer tiro
y
los anarquistas al garrote
a
la mazmorra
a la desaparición.
Y otra vez elecciones y otra
y una vez más
y
la culpa era de los anarquistas
por no creer en ese sistema
por querer un mundo mejor
la culpa era de los anarquistas
y
por eso
les mataban
por la calles de Barcelona
se les aplicaba la ley de fugas
se
les
fusilaba sin piedad.
Y en el 36 no se hizo
campaña por la abstención
pensando en los presos
doblando la cerviz posibilista una vez más
y ganó la república
y perdió el pueblo.
Y los anarquistas volvieron a ser perseguidos
mientras los diputados
eran eso
diputados.
Y en la sublevación
con Barcelona en manos
del proletariado anarquista
es
entregado el poder
a quién no lo merecía
y
por la guerra
vimos ministros anarquistas
pero qué malos estos anarquistas
y
las columnas anarquistas se diluyeron en el ejercito
y
los
diputados huyendo
de Madrid
huyendo de Valencia
huyendo de España
pero que malos los anarquistas
por querer la revolución social.
Y después la derrota
trabas
delaciones
en fin
ni maquis
ni resistencia.
Los únicos que denunciaron la trampa
de
la
transición
fueron
los anarquistas
así
que había que volver a eliminarlos
y
vaya si lo lograron.
Y
a
votar
y
callar
a
votar
y
callar.
Carteles cuadrados pidiendo el voto al pce
gran alegría de esa izquierda
y
los otros comunismos diciendo que si que no
pero presentándose por si acaso.
Y cuando la cosa no funcionó
y
se juntaron en izquierda unida, que se deshace
por el poder
y
salen izquierdas alternativas, corrientes rojas y más rojas
y
siempre hay algún diputado
pero
no cambia nada
y los verdes
quisieron ser políticos
y se arrimaron
se juntaron
se dividieron
sobre todo se dividieron
y todo para nada.
Y una primavera se quinceemea
se quinceemea
y
parece que por fin
tenemos
modo de enfrentar
al sistema
sin diputados
sin escaños
sin votos
pero
las traiciones
los emboscados
los preparados
los ascendidos
y
apoltronados
se arrimaron al poder
y
la gran esperanza fue
entonces
equo
viva equo
y se esfumó
como radiactividad caduca
y
anticapitalistas
llena de retales de comunismos añejos
se infiltra
se filtra maneja
se
propaga
se
propaganda.
Y
ahora alguno quiere ser
diputado
pero como sin ganas
si se lo pedimos
en suficiente número
y
con enorme fervor
y
mejor
eurodiputado
que
es más
diputado
y
grita podemos
`podemos
tener un diputado
podemos
tener dos diputados
y
yo
no puedo parar
de pensar
en lo parecido que
es
podemos
y
jodemos.
Felipe Zapico. Inédito