1
El migrante
De vez en cuando un virus
migra de especie a especie
y, de humano en humano,
por cinco continentes.
2
El ariete
Un virus todo lo trastoca,
de continente en continente
se impone férrea cuarentena,
vivimos una vida ajena,
pantallas dictan lo que veo
(y, mientras tanto, se desboca,
choca en silencio, frontalmente,
contra murallas mi deseo).
3
Contracciones
Contrajo matrimonio, hipoteca y dos hijos
díscolos, reacios a la mesa camilla.
Contrajo el universo al tamaño de un átomo
mientras se acariciaba, sesuda, la barbilla.
La enfermedad
contrajo
cambiando una bombilla.
4
La calma
Tranquila, no es más que un temblor
como tantos, hubo quien dijo
cuando empezó la erupción del Vesubio.
5
ser o no ser
ser insignificante
pero hacer temblar los cimientos
culturales, sociales.
ser vulnerable
y creerse monarca omnisciente
entre los animales.
seres vulnerables
preguntándose si tendrá sentido
lo mucho que saben.
seres insignificantes
porque nada, nada significan
ni dicen. todo lo hacen.
6
Salto al vacío
¿Qué es un virus?, pregunto.
¿Es acaso un ser vivo?
¿Una amalgama autónoma
de rudimentos químicos?
No se sabe. Lo cierto
es que uno ha irrumpido
en nuestras vidas grises
febril, sin previo aviso.
Llegó hasta el ser humano
desde otro ser vecino
(¿pangolín o murciélago?)
aún desconocido.
Fue suficiente un salto
de especie a especie, un tímido
franqueo de barreras,
un salto evolutivo.
Y ese virus pionero
carente de sentido,
sin voluntad, autómata
se hizo huésped íntimo.
Al tiempo que intimida,
confieso que lo admiro.
¡Saltar de especie a especie,
de un cosmos al vacío!
Me recuerda a Neil Armstrong
y a cuantos han podido
desprenderse de amarras
y explorar los abismos.
Ser remoto y ajeno,
diminuto, sencillo,
ubicuo, indiferente,
cambiante e infinito.
7
semejanzas
el virus, la semilla
la controversia
si son o no son vida
ente intruso, simbionte,
infiel trasunto
de un espermatozoide
el virus, la simiente
vida en potencia
orden, caos latente.
8
Cosmos
Se detectan planetas en millares de estrellas,
quizás no estemos solos en el cosmos...
Escrutamos el mundo buscando un remedio
pero sólo distinguen nuestros ojos cansados
espermatozombis en el necroscopio.
9
No se sabe
No se sabe si habrá sido un azote pasajero;
quién verá, ya con alivio, el final de la pandemia;
cuándo y cómo acabará, dando paso a la leyenda;
si podremos reencontrarnos cara a cara, cuerpo a cuerpo.
10
Conclusión
Y cuando sean historia los meses de clausura,
pasada la pandemia, entonces recordad:
en vez de reformar a fondo la cultura,
la escala de valores, la vida en sociedad
(tras siglos de utopías y sueños inconclusos),
habremos retornado, silentes y sumisos,
a eso que llamamos la anormalidad.
11
(Javier, Pepe)
A Javier Docampo y Pepe Fillol
No sé si el virus es uno solo
presente en multitud de cuerpos y estadísticas,
si cada individuo aloja el suyo propio
o si en cada persona infectada se albergan cientos, miles, miríadas de virus o viriones,
vástagos de una cepa, un brote.
De pronto, un viernes,
los titulares tomaron cuerpo
y los análisis cobraron vida.
De pronto, un viernes,
dos números se hicieron nombres.
12
Estupor
Con ironía (2014)
De la tarde a la mañana
estudia duro, a conciencia,
para que sea, al morirte,
irreparable tu pérdida.
En plena calle, sobrecogidos
miraban todos mientras ardía,
se consumía la biblioteca
de Sarajevo o Alejandría.
13
Aislamiento
Aquende la ventana,
haga frío o calor,
como una isla aislada
que espera que termine
la furia del tifón.
14
Oulu 1989-Madrid 2020
Recuerdo una mañana de diciembre
en Oulu, esa ciudad tranquila y plácida
al norte de Finlandia, cuando había
de luz solar no más de cuatro horas,
y eso si el cielo estaba despejado.
Aquel día lo estaba, yo salí
por calles entre pinos y abedules
(así son las ciudades en Finlandia,
pedazos arrancados a los bosques)
camino del espléndido edificio
de la biblioteca, junto al mar.
Tan sólo asomaban, de mi rostro,
entre el gorro de lana y la bufanda,
los ojos, como en una burka nórdica,
a veintitantos grados bajo cero.
Pero fue suficiente. El Dios del Sol
mi piel acariciaba con sus rayos,
me arrullaba, me daba fuerza y vida.
Así busco esta tarde de clausura
doméstica un hueco en la ventana
que da, discreta, a un patio de vecinos
bajo la luz de un sol primaveral.
15
Escafandra
Como para atravesar la Antártida en invierno
hace quizás cien años, antes del calentamiento;
como para acercarse al cráter de un volcán que despierta del letargo
o al frío fondo de una fosa abisal en el Atlántico;
como para cruzar la débil y rojiza atmósfera de Marte,
así debo vestirme alguna que otra tarde,
transitar el barrio desierto hasta un supermercado,
adquirir leche y pan, y regresar sano y salvo.
=== [FIN]===
Jorge Camacho Cordón
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