Nos enamoramos de Tamara leyendo a Leonard Cohen
y utilizamos los ojos de Juana de Arco
para brillar en sueños imposibles
Dylan cantaba para nosotros en salones venecianos
y chiringuitos de la playa
Pataleamos la Glorieta buscando una mirada
como quién busca un cristal bajo el agua
y devoramos sin demasiada vergüenza
el sueño americano, la rebelión sin causa
el esplendor en la hierba
y aquel tranvía llamado deseo,
en estas avenidas mediterráneas
de donde será difícil escapar.
Concebimos la vida como un riesgo
al cual apostar lo más alto posible
y la felicidad fue todo o nada
creciendo entre palmeras caribeñas
y estrechas calles africanas,
esperando el paraíso de celuloide
en las butacas de madera del Savoy y el Metropol,
y con los pantalones vaqueros bien ceñidos
rastreamos el barrio del Carmen, ávidos e impacientes
y encontramos la cara oculta de las promesas
embotellada y precintada,
y sufrimos de regreso a casa
porque James Dean también era americano
como la coca-cola y los bombardeos sobre Vietman.
Los sábados por la tarde las mujeres se desnudaban
y sonaba música de los Beatles
en la palidez de nuestra adolescencia.
Al otro lado de la ciudad
una virgen canadiense nos robó el corazón
en una tarde de lluvia, sexo
y primera vez.
Y el amor nos sorprendió entonces en el asiento trasero
de abandonados coches en la playa
y ebrios lo celebramos bajando a los muelles de poniente.
Asimilados o no
integrados y apocalípticos
desconfiábamos siempre de las grandes conciencias
y los compromisos a largo plazo,
preferíamos destrozarnos los oídos
con la electricidad de las guitarras
antes que corear las consignas de los profetas.
Nuestra inocencia fue inagotable
incluso vencidos supimos amar
el orgullo de nuestras vencedoras.
Jean Seberg todavía guardamos una noche para ti
y seguiremos escribiendo en tus mejillas
el nombre de las cosas que nos hiciste amar.
Jean Seberg, ¿todavía queda alguien
que no sepa por qué te mataron?
Hermosas escenas de la noche
(Universidad de València, 1984)
Uberto Stabile. 33 / RPM. Ed. Cuatro de agosto, 2023