documentos de pensamiento radical

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jueves, 6 de noviembre de 2025

4 poemas de "El s¡Gno dE loS tiempos" de LOS EXENTOS


 


Ensayo


Cuando mi generación empezaba a trabajar

nos atiborraron de propaganda neoliberal interesada

según la cual el futuro pasaba por aprender

inglés e informática. Vaya.


Todo el mundo se aplicó.

Señor, sí señor.


Cuarenta años después no hemos acabado ni mucho

menos con el desempleo,

la precariedad se extiende también a la vida,

la vivienda es más inaccesible que nunca

y la tecnología nos ha hecho esclavos.


Dicho lo cual. Nos lo va a arreglar todo la inteligencia

artificial.




Menosprecio de la cultura


El acuerdo de Concertación Social firmado

en el Principado de Asturias el 19 de septiembre de

2024, un documento de 286 páginas, con 282 medidas

y un compromiso presupuestario de 4.689 millones,

dedica cuatro renglones (página 48) al “Apoyo al sector

cultural”.


El no va más.


Por no haber, no hay ni consignado presupuesto

para “trabajar en coordinación con los distintos sectores

culturales, a través de mesas sectoriales específicas

de cada una de ellas, en el diagnóstico de la situación

actual de los mismos y en el planteamiento de medidas

de potenciación”.


Hasta aquí la prosa.

La poesía no existe.




Como no podía ser de otra manera*


Se avanzará en la maduración de la Oficina del Dato

e implementará una Marketplace de Información

de cara a la promoción de iniciativas

para la participación de startups

en proyectos de la Administración a través de fórmulas

de GovTechLav.

¿Cómo?

Con el desarrollo de polos de innovación que piloten

estrategias alineadas con la S3 vinculada

a la puesta en marcha de nuevos ecosistemas

de innovación y apoyo a los clústers asturianos

como elementos palanca.

Y todo en el marco de la sostenibilidad.


* Este antipoema está construido con frases entresacadas de un folio concreto

del acuerdo de Concertación Social del Principado de Asturias 2024-2027.



Una propuesta de regeneración democrática


Si un producto que envenena al consumidor se retira

del mercado, ¿por qué no se aplica el mismo criterio

con los medios de comunicación y las redes sociales

que lo hacen?, ¿con esos políticos que lo emponzoñan

todo?



LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.

LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

miércoles, 5 de noviembre de 2025

3 poemas de "El s¡Gno dE loS tiempos" de LOS EXENTOS

 


Injusticias

Hay pobres que también roban.

El otro día nos levantaron el pomo de latón

de la puerta de La Atalaya, un hurto

verdaderamente miserable.


Hay pobres que también roban, como digo.

Pero poco, porque

está comprobado:

los ricos no dejan

casi nada.




Jenny

Ha traído al mundo tres churumbeles destinados

a suplirla en la caja del supermercado donde curra,

a emplearse en la ayuda a domicilio que necesitarán

algún día tantos de nuestros mayores,

en un call center en el que dejarse la paciencia

a cambio de unas migajas de la multinacional telefónica

de turno.


Ay, Jenny, lo que te deben,

lo que te debemos.



Así las cosas

Conviene que te lleves bien con ellos,

aunque no sean de tu clase,

porque esas criaturas que ves ahora tan

impecablemente vestidas con el uniforme

de colegio privado

no tardando

serán los jueces que te juzguen,

los cirujanos que te operen,

quienes decidan si darte o no el crédito que ellos tienen

asegurado en condiciones ventajosas y con los que no

coincidirás haciendo unos hoyos en el campo de golf



LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.

LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

martes, 4 de noviembre de 2025

2 poemas de El s¡Gno dE loS tiempos de LOS EXENTOS


 

 

Ateniéndonos a los hechos

 
Los agricultores no encuentran gente
para recoger la fruta.


Los pescadores advierten de que no hay
relevo.


Los camioneros no tienen quien pille
el testigo en la cabina.


Lo que dicen los adolescentes
es que quieren ser influencers y tiktokers.


Oigo el golpe, que diría Esther.

 

 


Difícil convivencia

 
No le gustaban los inmigrantes.


Tampoco los homosexuales (inmigrantes homosexuales,
ni les cuento).


Ni los sindicalistas, ni las feministas, ni “los rojos”.


Ni siquiera los ecologistas.


Si le apuraban,
tampoco “la gente del cine español”.


Consigo mismo
tenía problemas.


Normal.


Bueno, normal normal
no era.



LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.
LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

lunes, 3 de noviembre de 2025

Despropósitos de la globalización



Esta mañana en el supermercado me encontré
con unos arándanos que venían
-no me pregunten cómo-
de Sudáfrica, Perú y Zimbabue.


A pocos kilómetros del supermercado, en Pravia,
se cultivan arándanos.


Tendría gracia
(es un decir)
que en Zimbabue, Perú y Sudáfrica
vendieran arándanos de Pravia.


Hasta ahí
-verdaderamente lejos-
ha llegado nuestra estupidez.

 

 

LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.
LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

domingo, 2 de noviembre de 2025

Cuesta hacerse cargo



Vale más no saber.
Ya saben.
En Asturias albergamos una fábrica estadounidense
de armas y otra alemana de munición, que dan trabajo
a 700 y 350 personas, respectivamente.
La industria militar en su conjunto suma 2.500 empleos.
El negocio está boyante.
Mucha gente se alegra de que tengan que ampliar
plantilla para cumplir con los encargos.
Algunos van incluso a las manifestaciones
por la paz.
Claro,
mejor no pensar en cuántas personas se pueden
estar matando al día
con nuestras armas.
Claro, mejor pensamos
para otro lado.

 

LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.
LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

viernes, 31 de octubre de 2025

¿Hacia dónde vamos?




Donde había mineros, ahora nos encontramos
con una escultura que los recuerda.


Donde una bulliciosa plaza del pescado tenemos
a la puerta
una solitaria pescadera tallada en bronce.


Donde estaban las vendedoras de verdura, tres cuartos
de lo mismo.


Donde había actividad, solo hay actividad
de turistas haciéndose fotos con lo que era,
con lo que hay.


Así que cuando inauguraron un conjunto escultórico
con el título “Cabeza de manifestación”, me puse
en lo peor.


¿Les suena la ley mordaza?

 

 

LOS EXENTOS.  El s¡Gno dE loS tiempos.
LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA

jueves, 30 de octubre de 2025

3 poemas de VERSOS MARRUECOS de AHMED MGARA

 


A mi triciclo.


  Juntos compartimos duros golpes y sublimes caídas.

Aún recuerdo las arrugadas manos de mi padre y sus surcados dedos posándose sobre mis hombros cuando tú y yo emprendíamos aquellos fantasiosos viajes de escasos metros en el pasillo de mi casa o sobre los áuricos adoquines de la Plaza de la Iglesia de Río Martín.

Sobre ti  mis sueños sobrevolaban las nubes a grupa de veloces alegrías y me daba la impresión que sólo en tus pedales mis pies hallaban la plena libertad.

Y tus ruedas de espuma volaban sobre los versos de mi niñez, ya lejana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al olivo seco.


Postrado ante la majestuosidad del Dersa y del Gorguez se diluyen mis lágrimas ancestrales, se vierten en mis lacrimales los destellos de tiempos lejanos de siglos desfasados.

Con mis raíces abrazando los rayos del sol, vivo mis recuerdos más lejanos, recuerdos en los que yo, no me podía despegar aún de mis suelos profanos.

Recuerdo, vagamente, cómo seres altivos me regaban con los sudores de sus frentes y con las lluvias de sus rezos y de sus blasfemias.... Hasta que me pude mantener en pié y alzar mi vuelo hacia nubes andalusíes y alpujarreñas que sobrevolaban el techo de mis nostalgias.

Y ahora, cansado de ires y de venires de aires inclementes, abdico del trono de mis alturas y dejo humedecer mis costillas con los vientos del Poniente mediterráneo que sopla como alas de magia benigna sobre los costados embalsamados de mi cuerpo.

La sequedad me embarga cada entraña. Me cubre de negrura amarillenta y de mohos espectrales.

Secos llevo los restos de mi cuerpo, antaño lleno de jolgorio y de alegrías bailadas cerca del Darro y bajo la sombra de mi Alhambra soñada.

No sé si muerto estoy o muriéndome voy sobre la aridez de esta tierra de cenizas y perfidias sanas, pero siento una polvareda desprenderse de mis pocas ramas pobladas, derrotadas por la sequedad de los años. Sin frutos en sus entrañas, tan sólo contemplan los vuelos de las aves migratorias sin ilusión ni esperanzas.

Seca y muerta está la tierra que me entorna.

Casi estoy muerto de tanta ausencia de brisa y de vida... y eso que no dejo de ver el color celeste de la mar que bailotea al son de las olas y sus plácidas caricias al llegar a la orilla de la mar.

Partirán mis restos a mejor vida, pero las cenizas que heredé de los siglos se quedarán aquí esparcidas, rimando en la poesía de los olvidos y de los olvidados.

Nadie querrá escribir en mi epitafio una letra mayúscula.

Dirán que no fui más que un árbol sin carisma y sin frutos, haciéndoles sombras a mis ramas.

Dirán que nunca fui rima para los versos de esta tierra morisca donde creció mi retina y se vio violada mi más honorable rama.

Me dejarán vivir en paz.

El Monte Dersa acoge a la Medina andalusí de Tetuán en su regazo y la montaña del Gorgues la protege de los fríos del este… siempre en frente de una sierra que desde el sur del Ándalus, se asoma para ver llorar y consolar a su hermana menor que sufre las distancias como cautiva de eras lejanas.

 

 

Al alma de Abdelaziz Mousmadi

Artesano del zéjel… del alma.

 

Amigo, dime cómo es el paraíso de los poetas muertos, háblame de sus arrayanes y de sus verdes mirtos. Dime como es el silencio entre las paredes del cedro y sus tientos.

Háblame, amigo, de tu ultimo y postrero viaje, cuéntame cómo, tus angelicales versos, se engranaron en tu equipaje.

Dime, amigo, si estás mejor tras la larga travesía, si has encontrado en el más allá, en  tu sacro encuentro, la paz que el alma ansía.

Desahógate con la forja de mi sombra, versificando con yunques de azahares, y cuéntame cómo brillan tus nuevos andares.

Descríbeme, amigo del alma, cómo son los sueños en tus nuevos lares, y de qué color son sus sedas y sus negroides telares.

Háblame, aunque fuera en el letargo otoñal, de los suspiros, de los sentimientos y de los hondos respiros que en el cielo alumbran tus paradisíacos caminos.

Háblame de los cipreses y de su musgo en los albores de tu amada Granada, y de la bruma invernal de la que ya no queda nada.

Compañero de mis años postreros, dime qué se siente dentro de la soledad de la mortaja, y si es cierto que da paz y sosiego, como el brillo a  una alhaja.

Amigo, háblame de la quiebra de las estrofas mundanas y de la rosa de los vientos que de la poesía emanas.

Háblame del Cielo y procura escuchar la campana de los sacerdotes repicar, cada amanecer y antes de su  atardecer.

Y escucha  el llanto que tu Tetuán vierte y derrama por perder la miel de su mejor rama.

Escucha el suspiro que clama, el vacío que dejaste en la garganta de la gente que te ama.

Escucha el dolor que suspira del Barrio Málaga hasta la silla amputada en el Zahra.

Siente, amigo, el dolor que exornan los lacrimales de quienes compartieron contigo el todo y la nada.

Mira cómo te llevamos a hombros, como el trono elegante de tu majestuosa mirada.

Y sea que te resulte claro o no, sin ti, nos faltan tu risa y tu gracia, tu sensualidad y tu elegante gracia.

La oquedad de tu ausencia se ensancha sobre la inmensidad del yugo desterrado a la isla de la mediocridad y del olvido.

Tus zéjeles, de negra túnica se visten, se niegan a rimar si no es con los latidos de tus dedos.

También ellos, perdieron mucho, de su alma, si no las entonan los labios de tu boca.

En tu entierro estuvimos todos tus amigos…pero faltabas tú. Descansabas en Paz… y no nos decías nada.

Y mientras abrazabas la granate arena de la tierra, sentí que el verso se quiebra, entre el Gorgues y el Dersa.

Se nublan las lúcidas ideas, se esfuma la rima.

Se nos fue un poeta, se nos secó su fuente.

Descanse en la Paz del Omnipotente, en la gloria del Creador, el alma del insigne poeta de alturas que tan solo sabía ser humilde.

Dios te bendiga en su Eternidad.

Temprano se nos fue a mundos lejanos cuyos caminos no se ven desde mi ventana.

Se nos fue, sólo en su caminar, sin volver sus pupilas hacia atrás.

No regresará. No volverán los oídos de mi hijo a escuchar su voz diciéndole "Ahlan be chab addarif".

Ni yo volveré a escuchar su voz  hablar de la unión de los orígenes con las raíces.

Descansa en Paz, amigo.

Tus versos velarán tu última morada y los arrayanes te cantarán una nana.

 

 

 

Ahmed Mgara. Versos Marruecos.