documentos de pensamiento radical

documentos de pensamiento radical

jueves, 29 de julio de 2021

 





ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER, VOCES DEL EXTREMO:

poesía y economía

-con un abrazo para Antonio Miravent-

 

30 y 31 de julio de 2021

 

 

 


VIERNES 30 DE JULIO

 

10’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Salutación de bienvenida

Inauguración de la exposición “Mirar la Poesía”

 de Nieves Salvador

 

11’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Teresa Ramos

Germán Terrón

Lola Callejón

Felicidad González Cantón

 

12’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Rafael Calero. Radio futura: experimentación y vanguardia.

 

13’00. Fundación Zenobia y J. R. J.

Alberto Gil-Albert

Manuelle Parra

Matías Escalera Cordero

Carlos Da Aira

 

18’00. Fundación Zenobia y J. R. J.

El refugio más breve. Juan Cruz +Antonio Orihuela

 

18’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Javier Arnáiz

Carmen Herrera Castro

Fernando Cabrita

María Ángeles Pérez López

 

19’30. Fundación Zenobia y J.R.J.

Touré Barrero Herrera. Historia de una cicatriz

 

20’00 Plaza de las Monjas

Cristian Esteban Martín

Fernando Barbero Carrasco

Amalia García Fuertes

Juan Cruz

 

21’00 Plaza de las Monjas

Flamenconomía, Laura Madero + Laura Acosta  + Óscar García Jurado + José Alcántara +Antonio Orihuela

 

00’30. Peña de Cante Jondo

Ramón Ruiz

Ana Deacracia

Conrado Santamaría

Ana Ontiveros

Ivonne Sánchez Barea

Javi Triana

 

 

 

SÁBADO 31 DE JULIO

 

10’00. Casa Natal de J.R. J.

Montserrat Villar González

Elisa Rueda

Gema Estudillo

Uberto Stabile     

 

11’00. Casa Natal de J.R.J.

Diego G. Mesa + Uberto Stabile + Antonio Orihuela +Eladio Orta:

Palabras para un verso suelto: Antonio Miravent

 

11’30. Casa Natal de J.R.J.

Nieves Salvador

María Luisa Domínguez Borrallo

Montse Grao

Patty de Frutos

 

12’30. Casa Natal de J.R.J.

El final del fin. Fernando Barbero + Ana Deacracia + Begoña Cano

 

13’30. Casa Natal de J.R. J.

Acoyani Guzmán

Sagrario Manrique

Silvi Orión

Eloisa Galindo

 

18’30. Plaza de las Monjas

Isaac Alonso Araque

Eladio Méndez

Carmen Barranco

Rafael Calero Palma

 

19.30. Plaza de las Monjas

Militancia Poética. Kapital Social.

 

20.00. Plaza de las Monjas

Eladio Orta

Eddie Bermúdez

Ángel Calle

David Trashumante

 

21’00. Plaza de las Monjas

Tarha Erena Sarmiento López. Florescencia

 

21’30. Plaza de las Monjas

José Caraoscura + Mhijea

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


miércoles, 28 de julio de 2021

5 poemas de ENJAMBRE de IOSU MORACHO CORTÉS


 


Carta de ajuste

 

“Al sur los consumidos

al norte los consumidores”

Antonio Orihuela

Carta de ajuste

 

¿Cómo se llama -me pregunta la niña rubia- cuando en la tele

se va la imagen

y ponen un queso de colores?

 

¡Carta de ajuste!,

le digo.

 

Y al instante me acuerdo del poema en que mi hermano Antonio

dejaba las cosas claras geográficamente

para que todos nos hiciéramos las preguntas:

¿Dónde está la frontera de ese norte y de ese sur

que no admite centro alguno?

¿Dónde acaban los cinismos, las ambigüedades y comienza

el verdadero hambre, la necesidad, el expolio y la violencia?

 

Están los depredadores y los depredados.

Están los cazadores y los cazados.

Están los policías y los ladrones.

Toda la vida hemos jugado a eso sin hacernos preguntas.

Y al cortahílos, y al bote-bote, y al tú la llevas.

¿Lo qué?, ¿qué me llevo?

¡si yo nunca me he llevado nada!

 

¿Y cuando los policías son los delincuentes?

¿Y cuando los depredadores son tus viejos compañeros de colegio?

¿Y cuando el bote se lo llevan los de siempre?

 

¡Carta de ajuste!

Y la niña de Poltergeist mirando a la pantalla

en la que, por no verse, no se ve ni la realidad nuestra de cada día.

 

 

 


 

Contra el sistema

 

“Mientras la población general sea pasiva, apática

y desviada hacia el consumismo o el odio de los vulnerables,

los poderosos podrán hacer lo que quieran

y los que sobrevivan se quedarán a contemplar el resultado”

Noam Chomsky

 

Algo habrá que podamos hacer frente al sistema,

por pequeño que sea,

algo, que aunque no sea drástico, por lo menos

resulte efectivo…

 

Un palo en la rueda

Una piedra de río en la ventana del ministerio

Una canción de cuna para dormir a los delegados de hacienda

Un algoritmo inexplicable para los maestros del saber

Un boceto de una catedral en un baño público

Unos versos en el buzón de sugerencias

Una cortina de humos lisérgico en el próximo desfile del día de la patria

Un llantas que arden cerrando la calle pero abriendo las avenidas

Un conejo con mixomatosis en la chistera del mago bufón

 

Algo podremos hacer frente al todopoderoso neoliberalismo…

 

Un moco en el café helado del subsecretario

Un espasmo por cortocircuito en la asamblea del partido

Una astilla en el zapato del portavoz

Una aceituna con hueso en el plato de las rellenas de atún

Un laxante en el ponche de la cena de ministros

Un paquete con un despertador a nombre del consejero

Una cesta de mimbre con estampas marianas y una sota de bastos

 

Algo tendremos que hacer para vencer a los imperialistas…

 

Cualquier cosa que pinche o que muerda

Cualquier cosa que arañe su tiempo de oro

Brea y plumas de ganso

Mistol en las botellitas de agua en el consejo

Una decena de grillos junto al radiador en el salón de plenos

 

Cualquier cosa puede hacerse para derribar el sistema

 

Introducir el quinto contenedor para reciclar políticos

Amoniaco en los colirios de sus señorías

Sal y pimienta en polvo en la moqueta en el acto de entrega de medallas

 

Cualquier cosa, cualquier cosa…


 

 

 

Razones

 

“No es el peso de la piedra.

Es la razón por la que la levantas.”

Hugo Girard

El hombre más fuerte del año 2003

 

Vengo de cruzar un largo puente,

uno de esos que se tambalean cuando pasas sobre ellos,

uno de esos que une las dos vertientes de un barranco,

uno de esos que nos atraen al fondo de todos los abismos.

 

No es el puente,

es la razón por la que cruzo ese puente.

 

Vengo del lado del miedo,

de ese temor de hielo que resquebraja cualquier superficie

por sólida que sea.

Vengo del lado en el que todo tiembla.

Y cuando cruzo y pongo el pie en el otro lado,

descubro, que aquí también sigo temblando.

 

Traigo, pienso, el temblor conmigo.

Soy un ser humano que tiembla

y porque tiembla soy un ser humano.

La solidez no existe.

el cemento del que estamos hechos

tiene poros por todos lados

y por ellos se filtra el agua, el miedo, la indecisión

y la escritura.

 

Tengo la mirada oblicua

de tanto mirar hacia el abismo.

 

No hay territorio seguro,

no existe la tierra firme.

Vivimos en un mundo de agua y de viento.

 

No es la tierra,

es la razón por la que estoy sobre la tierra.

Es el sentido último de mi vida

lo que está en juego.

 

Hasta cualquier niño lo entiende.

 

 

 

 

 

El árbol de las palabras

 

Todas las palabras

cuelgan como frutas verdes e intactas

en mi árbol frondoso,

a prueba de pájaros, de depredadores

y de ventiscas.

 

Espiga, muchedumbre, subversión,

racimo, abismo, jungla,

esturión, cañaveral, océano…

 

Todas las palabras que me salvan

y también las que me entregan con un beso en la boca

al vacío y al silencio,

las que me brindan su derrota,

las que esperan mi piedad

y las que se conmueven con la ternura que hay en mí.

 

Ventana, sueño, sombra,

lluvia, dolor, caliente,

espejo, labios, abrazos,

ardilla, vestido, senos…

 

Palabras que tienen su propio metabolismo,

su propia ralea en el tiempo.

 

La palabra vértigo, por ejemplo,

que me atrae y me empuja al fondo

de todos los abismos.

 





Estado de bienestar

 

Lo malo del estado de bienestar son los vecinos…

Esto,

se lo escuché a la poeta Azahara Alonso

y me puse a temblar

por si los míos llamaban a la puerta.

 

Estado de bienestar…

¡con lo bien que estábamos!

 

Fue

por los años cincuenta o sesenta

cuando Europa se inventó la milonga

y acuñó el termino

haciendo una llamada a las clases medias

a acomodarse y apoltronarse.

 

Eso que nos vendieron con los primeros anuncios

en blanco y negro,

con la cremas de AVON,

la Quina San Clemente, el papel higiénico de El elefante

y los calendarios con las chicas de Firestone.

 

La vaca no tenía leche para todos

y ellos lo sabían.

 

Habrá bienestar y malestar, como siempre,

dijeron en sus despachos. Pero esto no lo debe de saber el pueblo.

 

El marketing surgió en la posguerra

para tranquilizar nuestras conciencias.

Gracias al marketing

nuestros abuelos emigraron a Alemania y a Suiza,

nuestros padres compraron el seiscientos o el simca

y nuestras madres lavaban más blanco con Perlán.

 

La felicidad era la suma de:

matrimonio, casa, coche, televisor, trabajo y salud.

 

El estado del bienestar agregaba

vacaciones pagadas, segunda vivienda, pensiones retribuidas

y puntos suspensivos…

 

Hoy, con la perspectiva de aquellos años

vamos rellenando aquellos puntos suspensivos

sin poder llegar a la felicidad total con la suma de los sumandos.

 

Es como el número pi,

con sus decimales inacabados.

De hecho, el estado de bienestar exigiría

un nuevo y más perfecto sistema métrico decimal.

 

Pero, mientras tanto, nosotros, oh César, los que van a morir

vamos llenando de cacharros cada vez más complejos

nuestras simples y proletarias vidas.

 

Y entonces sí,

nos quejamos por proyección, envidia o victimismo

de que lo malo del estado del bienestar

son los vecinos…

 


 Iosu Moracho Cortés. Enjambre. Ed. Amargord  Madrid 2021

 

 

 

 

 

 

 

martes, 27 de julio de 2021

Veo lirios acuáticos

 



 

“Veo lirios acuáticos agitarse en el instante fijo de una roca del Pérmico”

Antonio Orihuela

Lo que no se va. Disolución

 

He soñado con Mantegna

en el instante que pintaba a Cristo muerto

sobre una losa de piedra

en la misma postura que luego estaría el Che

en el lavadero de La Higuera.

Y los dos estaban muertos

y los dos estaban vivos.

 

He estado en la selva lacandona de Chiapas,

en el encuentro entre Manuel Vázquez Montalbán

y el Subcomandante Marcos,

en el lugar en el que las miradas se cruzan sobre la mesa

hecha de tablas de ceiba, donde se celebran las ruedas de prensa

y las actas de las asambleas populares,

y se coloca el güipil maya como tapete,

justo en el momento en que el portavoz del EZLN

le regala su rostro sin pasamontañas al compañero Manuel

que lo guardará para siempre en su memoria.

 

He hablado con Teilhard de Chardín

cuando escribía por las noches su Himno del universo,

y bendecía la materia,

evolución irresistible, realdad siempre naciente,

y luego cerraba los ojos para tomar el aliento

del ser y de la vida en medio del silencio incandescente.

 

He acompañado a Paul Celan

hasta la balaustrada del puente de Mirabeau

y he visto desde la altura

las mismas aguas del Sena que él vería

antes de beberse de un sorbo lo que le quedaba de vida,

lo que le sobraba de muerte.

 

He visto al último de los simios,

al primero de los homínidos bajando de los árboles de la floresta

y ponerse en pie, erguido y sólido

mirando la maleza de hierbas,

preguntándose cuándo habría de llegar el momento

en el que comenzaríamos a ser humana humanidad.

 

He visto a Romero en el instante

en que en medio de la consagración

la bala del fusil le atravesaba el pecho

empapando de sangre salvadoreña la teología de la liberación,

la voz de los sin voz,

el evangelio de la buena noticia para los empobrecidos

y al Cristo obrero y campesino.

 

He vivido el tiempo del corazón insurrecto,

del polvo de las estrellas,

de la anarquía que enciende a los pueblos,

de la lucha libertaria,

la madrugada en la que la luz ha dejado de ser una tentación,

en la vanguardia obrera,

en la kale borroka,

en las barricadas de adoquines y neumáticos incendiados

y en la consagración del yo poético que empeña el alma y la palabra.

 

He tomado la luz

de las pequeñas luciérnagas,

de las antorchas de aceite,

de los ocotes encendidos en las trochas de montaña,

de las candilejas nocturnas

y del vuelo acorazado de las polillas sobre las llantas prendidas

con que se abre el camino hacia la madrugada.

 

He sido mujer obrera, campesina, esclava, libre

en las barriadas tupamaras, en los quilombos,

en las minas de Colquiri con Domitila Chungara,

en la selva maya con Rosalina y Rigoberta,

en los palenques con la hondera,

en las ruinas de Angkor con las constructoras de catedrales,

en Delfos, Lesbos, Esmira, Atenas,

he fundado pueblos, clanes, naciones enteras

desde la tierra del vientre.

He sido Venus, Isis, Astarté,

amazona, jíbaro, comanche, maya, lacandona

inca, azteca, zapatista, guerrillera,

chamán, mujer de hierbas, poeta,

pintora de las paredes del paleolítico,

afiladora de instrumentos, música y ritmo en la hoguera de cada noche,

loba entre lobos, mujer serpiente, mujer quetzal,

anfitriona de dioses y de hombres,

compañera de camino, maestra de la tierra y de la grama.

 

 

 Iosu Moracho Cortés. Enjambre. Ed. Amargord, 2021

 

 

 

lunes, 26 de julio de 2021

EL OTRO LADO

 



 

S’an passe outre et a grant destrece,

mains et genolz et piez se blece,

mes tot le rasoage et sainne

amors qui le conduist et mainne.

 

Chrétien de Troyes. Lancelot ou le chevalier de la charrette

 

Dónde quedó

la vida tranquila

 

del explorador de cangrejos huecos de las marismas del Tinto,

del ciclista por las colinas doradas del Molino de Viento,

del jugador de ping-pong en un estrecho cuarto por horas,

del pescador de brillos en las cálidas noches del verano en Mazagón,

del enamorado que se para ante una casa en la que ya no vive nadie.

 

Después todo se aceleró,

estuve en África, estuve en Asia, estuve en América,

dormí a tu lado en las horas tibias y azules,

estuve con los anarquistas, me dieron de comer

y me acogieron en sus casas.

 

Estuve en una pequeña roca en medio del Mediterráneo

que los que no se ahogan llaman Lampedusa

y donde nadie conoce la Sinfonía de las Sirenas de Avraamov.

 

He bajado de los altos de Chiapas con los bolsillos llenos de nubes,

he caminado por el frondoso bosque de los cedros de Gouraud

pidiendo a Khumbaba lo proteja de la civilización,

me he confundido con la multitud en Chandni Chowk,

sentado sobre un ladrillo rojo en la Durbar Marg de Katmandú,

he hablado con las prostitutas del Parque Colón en Santo Domingo

y con una agente de la U.S. Border Patrol en la frontera de San Diego.

 

He viajado por las entrañas del D.F. y también dentro de ti,

he cruzado el puente internacional Cordova-Las Américas de Ciudad Juárez

mientras tú cruzabas el Puente de la Espada,

como en la historia de Lanzarote sin Lago,

he paseado rojo y negro por las Ramblas de Barcelona

y también sobre tu cuerpo como la primera vez,

he subido al Khardung La para comprobar que era más fácil

que permanecer indemne en tu corazón,

he buscado tu mano en el Sacre Coeur

y en Times Square he llorado al ver cómo todo se convertía en arena.

 

He entrado varias veces en la Tierra Prometida,

en la calle Siete Revueltas de Sevilla,

en el Callejón del Gato de Madrid,

en la medina de Fez,

 

creí en tus promesas, crucé la península, cruce México,

me crucé contigo un día cuando ya no teníamos nada que decirnos,

me tumbé en los verdes campos de la memoria de mi infancia en Moguer

y después en el Vondelpark de Ámsterdam,

en las playas de Mazunte y Guayacanes,

me hice el muerto en el mar de Cortes, en Guaymas,

y en una silla muy incómoda de la tercera planta del edificio

de la Excelentísima Diputación Provincial de Huelva.

 

Leí mucho, está bien leer, pero hay tanta tristeza en la letra impresa

que he decidido regalar todos mis libros, prefiero limpiar la casa,

ver crecer las flores, escuchar cómo rompen las olas contra las rocas.

 

Soy un exiliado que mira los mil senderos

de sus pantalones grises de franela, 

soy un neurótico que abre cientos de veces el frigorífico

para comprobar que el queso sigue ahí,

soy millonario, descubrí que todo canta

en cuanto me olvido de mí, he sido una lágrima,

un cazador recolector de afectos,

de luminosas vidas que nunca fueron mías,

ahora, porque amor aún gobierna y quiere,

estoy aquí temblando,

por si despegaras los labios

y me hablaras,

 

aunque sé que es imposible la pureza.



Antonio Orihuela.


 

domingo, 25 de julio de 2021

XXIII ENCUENTRO DE POETAS "VOCES DEL EXTREMO" EN MOGUER. CARTEL Y PROGRAMA.



ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER, VOCES DEL EXTREMO:

poesía y economía

-con un abrazo para Antonio Miravent-

 

30 y 31 de julio de 2021

 

 

 


VIERNES 30 DE JULIO

 

10’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Salutación de bienvenida

Inauguración de la exposición “Mirar la Poesía”

 de Nieves Salvador

 

11’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Teresa Ramos

Germán Terrón

Lola Callejón

Felicidad González Cantón

 

12’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Rafael Calero. Radio futura: experimentación y vanguardia.

 

13’00. Fundación Zenobia y J. R. J.

Alberto Gil-Albert

Manuelle Parra

Matías Escalera Cordero

Carlos Da Aira

 

18’00. Fundación Zenobia y J. R. J.

El refugio más breve. Juan Cruz +Antonio Orihuela

 

18’30. Fundación Zenobia y J. R. J.

Javier Arnáiz

Carmen Herrera Castro

Fernando Cabrita

María Ángeles Pérez López

 

19’30. Fundación Zenobia y J.R.J.

Touré Barrero Herrera. Historia de una cicatriz

 

20’00 Plaza de las Monjas

Cristian Esteban Martín

Fernando Barbero Carrasco

Amalia García Fuertes

Juan Cruz

 

21’00 Plaza de las Monjas

Flamenconomía, Laura Madero + Laura Acosta  + Óscar García Jurado + José Alcántara +Antonio Orihuela

 

00’30. Peña de Cante Jondo

Ramón Ruiz

Ana Deacracia

Conrado Santamaría

Ana Ontiveros

Javi Triana




SÁBADO 31 DE JULIO


10’00. Casa Natal de J.R. J.

Montserrat Villar González

Elisa Rueda

Gema Estudillo

Uberto Stabile     

 

11’00. Casa Natal de J.R.J.

Diego G. Mesa + Uberto Stabile + Antonio Orihuela +Eladio Orta:

Palabras para un verso suelto: Antonio Miravent

 

11’30. Casa Natal de J.R.J.

Nieves Salvador

María Luisa Domínguez Borrallo

Montse Grao

Patty de Frutos

 

12’30. Casa Natal de J.R.J.

El final del fin. Fernando Barbero + Ana Deacracia + Begoña Cano

 

13’30. Casa Natal de J.R. J.

Acoyani Guzmán

Sagrario Manrique

Silvi Orión

Eloisa Galindo

 

18’30. Plaza de las Monjas

Isaac Alonso Araque

Eladio Méndez

Carmen Barranco

Rafael Calero Palma

 

19'30. Plaza de las Monjas

Militancia Poética. Kapital Social.

 

20'00. Plaza de las Monjas

Eladio Orta

Ángel Calle

Daniel Macías Díaz

David Trashumante

 

21’00. Plaza de las Monjas

Tarha Erena Sarmiento López. Florescencia

 

21’30. Plaza de las Monjas

José Caraoscura + Mhijea

 

viernes, 23 de julio de 2021

SALIR DE UN CUERPO




Salir de un cuerpo 

para entrar en una manzana 


no es difícil, 


lo difícil es permanecer allí, 

allí donde no hay nada que explicar. 


Tal vez por eso uno vuelve, 

para continuar hablando de las manzanas. 



Antonio Orihuela. Todo el mundo está en otro lugar. Ed. Baile del Sol.

jueves, 22 de julio de 2021

4 fragmentos de CARTOGRAFÍA DEL RAVAL de AGUSTÍN CALVO GALÁN


 

TURISTAS

 

Un buen día, cuando Barcelona aún tenía un turismo asumible para los barceloneses, vi a un grupo de extranjeros haciendo fotos en mi calle. Por aquel entonces el Raval todavía no tenía el exotismo que hoy le da la vecindad de paquistaníes, marroquíes o dominicanos, y me pregunté qué interés le podrían encontrar a aquel lugar sin ningún monumento ni edificio significativo. Me fijé entonces en lo que estaban fotografiando, que no era nada en concreto sino la calle en su extensión; y miré en la misma dirección que ellos y vi una franja asfaltada, estrecha y larga, enmarcada con edificios grises, mal conservados y demasiado altos, que casi no dejaban entrar la luz del sol. En algunos balcones, de los viejos tendederos colgaban coladas grises y amarillentas. Seguí sin entender su interés hasta que, años después, viajé a Nápoles y vi allí la misma ropa colgada en los tendederos de los balcones que daban a las calles estrechas del barrio de los españoles. Saqué mi cámara y les hice unas fotos.

 


PADRE

 

El día que murió mi padre, después de hacer los trámites pertinentes en la funeraria, acompañé a mi madre de vuelta a casa. Al llegar al portal, quiso entrar en la tienda que había justo al lado, una de los tantos comercios de alimentación que hay en el barrio y que regentan, por lo general, paquistaníes. Para mi sorpresa se dirigió a uno de los dependientes, un señor anciano, y le dijo, señalando hacia el techo: El padre está con Alá. Todos se le acercaron para darle la mano y decirle que lo sentían mucho.

Al parecer, como desde la tienda habían visto cómo se llevaban a mi padre en una ambulancia hacia el Hospital del Mar a causa de una neumonía, habían estado preocupados por él, y cada vez que veían a mi madre durante aquellos días en los que iba y venía del hospital, le preguntaban: ¿Cómo está el padre? Al salir de la tienda mi madre me preguntó: ¿Lo he dicho bien? Alá es como ellos llaman a Dios, ¿verdad?

 

BARRIOS ALTOS

 

Mi padre aparcaba coches de lujo en un garaje de la calle Ganduxer (muy cerca de la Diagonal, en Pedralbes). Cuando por Navidades le pagaban el mismo día la mensualidad y la paga doble, –en aquella época se cobraba en efectivo–, en vez de coger el metro, excepcionalmente, prefería volver a casa en taxi: se sentía más seguro. En una ocasión, al pedirle a un taxista que le llevara a la calle Carretes, este le dijo: eso está por el Barrio Chino ¿no?, a lo que mi padre respondió: no se confunda, el Barrio Chino está aquí, por encima de la Diagonal, que es donde siempre han vivido los mayores ladrones de toda Barcelona.

 


UNA PESETA

 

El abuelo se quedaba en la cama, no quería bajar a los refugios cuando de noche sonaban las alarmas. Esta anécdota es de las pocas cosas que mi padre me explicó de los tiempos de la guerra, cuando la población civil de Barcelona sufrió bombardeos atroces. Lo cierto es que tengo algún recuerdo de mi abuelo paterno, aunque mis padres siempre me dijeron que era imposible que tuviera recuerdos de él porque murió cuando yo apenas contaba dos años. Al parecer, mi abuelo me sacaba a pasear con el cochecito, cada mañana, por la plaza Folch i Torres para que tomara el sol, y no dejaba que las viejas mugrientas se me acercaran para tocarme o besarme.

El recuerdo que conservo es muy fugaz, lo retengo en mi memoria como si fuera un tesoro: me encuentro una peseta en el suelo, sobre la tierra ocre de los parterres de la plaza, y, al dársela, él se pone muy contento y lo celebra. Tuvo que ser justo cuando yo comenzaba a andar. Al poco falleció y yo me volví un niño enfermizo porque ya nadie me sacaba al parque por las mañanas. Mis padres trabajaban y me tuvieron que llevar a una guardería que tenía un patio con unos muros altísimos que no dejaban entrar la luz del sol, eso también lo recuerdo.

En aquella época, bastantes décadas después de la guerra, aún quedaban solares vacíos en el barrio, como uno en la calle Aurora, fruto del derrumbe de edificios que habían quedado en ruinas a causa de las bombas que dejaban caer sobre la población indefensa los aviones fascistas italianos.

 


 Agustín Calvo Galán. Cartografía del Raval. Ed. Polibea, 2021

 

 

miércoles, 21 de julio de 2021

4 poemas de MATER de PILAR SALAMANCA

 



 

La tierra empinada

es pura escarpa

y la malvada grieta abre su boca

a punto de engullirte.

 

Lo mismo ocurre por aquí.

Tú dices que no estas para nadie

Y un pánico hereje

atraviesa tu lenguaje

 

pero no

te lamentas.

 

 

***

 

                           

No he salido hoy,

hoy no.

Saldré mañana.

Me levantaré temprano,

abriré la puerta con cuidado,

apretaré los dientes

y echaré a correr.

 

Y si se puede confiar

en que el futuro siga existiendo

-          o en el peor de los casos –

aunque no exista,

ni volviera

a existir nunca

pisaré la calle,

pisaré la calle,

pisaré la calle.

 

*** 


 

Algo tremendamente certero

Se estrelló contra mi cerebro:

los años, las palabras que se dijeron entonces

y una mano aferrada a mi cabello.

 

¿Sabes?,

el dolor era infinito,

no necesito recordarlo,

porque está desde siempre ahí

infinito, afilado, radical,

 

como una aguja hipodérmica

clavada 

en el brazo del cielo

¿recuerdas a la Pulcra Leonina?

¿recuerdas los poemas que escribió este dolor

a golpes,

sobre mi piel a golpes

y que no se borrará

ya nunca?

 

Dime,

         ¿lo recuerdas?


 

 ***

 


GENEALOGIA

 

Ahora

tenía

entre mis manos

un vasto fragmento de la historia total

de mi familia

con

sus

arquitecturas, sus barajas

con

el pavor de sus mitologías

el

rumor de sus prejuicios,

con

sus

patriarcas y sus brujas,

sus recuerdos y sus

animales

domesticados

su

álgebra y su ira

su miseria

vital

articulada, coherente

sin ningún sentido

o propósito

sin ninguna

razón

en absoluto.

 

 

 Pilar Salamanca. Mater. Ed. Paraíso. 2021