para
Alexis Romay y J. A. Fortes
Tomasa
va a hablá pa´ti,
Uhmmm...,
chup-chup-chup-, uhmmm...
“El
trabajo os hará libres”
-arbeit
macht frei-,
se
podía leer en Cuba en grandes vallas publicitarias
antes
de que el hambre se llamara Período Especial,
las
putas profesionales jineteras
y el
expresionismo desgarrador
-siguiendo
las directrices del Partido-
dejara
paso a la abstracción lírica.
Carne
de vaca, huevos, leche en polvo, queso,
atún,
langosta, cacao, mantequilla, café,
algodón,
pilas o dólares.
La
revolución cubana todavía es posible,
le dice
el retrato del comandante en jefe
firmado
por Orlando Yánez, al retrato
de
Fulgencio Batista firmado por Orlando Yánez.
¿Qué ha
de hacer el artista a cambio de comida?
Gafas
graduadas, zapatos, ropa interior,
ropa de
bebé, vendas, esparadrapo, jabón,
algodón,
pilas o dólares.
Más
dura que mármol a mis quejas
la
realidad no debería existir.
Medicinas,
bolígrafos, libretas,
pasta
dentífrica, calcetines, cepillos de dientes,
algodón,
pilas o dólares.
La
mentira es más sana, más útil
y sobre
todo más creíble.
Caramelos,
turrón, latas de conservas,
diccionarios,
radios, cd’s, papel,
algodón,
pilas o dólares.
Ay,
sí, yuma, papito sato,
¿quién
le explica el futuro a los cubanos?
Pasaréis
de habitar en casas en ruinas
a ver
cómo se levantan casas
que no
se construyen para ser habitadas.
Chinito,
tiempla, arrebatao,
¿quién
le explica el futuro a los cubanos?
Pasaréis
del racionamiento a la dieta,
de los
harapos a arañar los escaparates de Galiano,
de las
cuatro horas de cola esperando al camello
a las
cuatro horas de cola en el atasco,
de la
mano de obra buena, bonita y barata al contrato basura,
del
despido selectivo a las reconversiones globales,
de la
universidad a la formación profesional,
de las
masas disciplinadas sin distinción de clase
a la
disciplina de masas sin distinción de clases,
de ser
jodidos por el partido comunista de Cuba
a ser
jodidos por los partidos consumistas de Cuba
y
encima, formados por los mismos dirigentes.
Prieta
jebita, repinga singá,
¿quién
le explica el futuro a los cubanos?
Pero
seguirá igual la policía,
los
quemaos de Centro Habana,
el
Malecón, Águila, el parque Maceo,
y la
televisión
hablando
de cosas grandes y sublimes,
igual
de absurdas y lejanas
que las
cosas grandes y sublimes de ahora.
Ataja,
bugarrón churrioso, morronguero,
¿quién
le explica el futuro a los cubanos?
Uhmmm...,
chup-chup-chup-, uhmmm...,
esto
no resuelve ni con un Lancero Especial,
acere,
tremendo güirito marañero,
Yemayá
y Ochún se lavan la mano.
Uhmmm...,
chup-chup-chup-, uhmmm...,
¿How
much?
salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
Antonio Orihuela. Todo el mundo está en otro lugar. Ed. Baile del Sol, 2011
Muy bien tirado!
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