Sobre el borde del mundo,
seguidos por una ristra de gatos,
persiguiendo dragones, fuegos cegadores,
tardes desclavadas,
piedras que se hunden,
sombras que un día tuvieron espesor y relieve,
cosas que recuerdo y que ya no existen,
pequeñas victorias,
éxtasis pasajeros.
Cosecha de oro,
humo.
El sendero es largo,
y breves los instantes de la iluminación.
Colina de la Joya, Isla de Saltés enfrente.
Preguntas sin respuestas
antes de olvidar también las preguntas.
No volverán.
Antonio Orihuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario