Te dije que si te empadronabas en Andalucía
nos daban unaayudaalajovenestudiante,
me dijiste que estabas empadronada en Valencia,
te dije que podías cambiar el padrón,
me dijiste que no podías,
que en octubre eran las elecciones,
que tenías que echar
a ese tipo bien vestido
con trajes aglutinantes tintineantes.
Yo miré tu boca con ganas de besarte,
me posé en el asiento del tren,
sentí el silencio en mi boca
y creí en la idea de dios.
Míriam Muñoz Trapero
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