Hemos
llamado a los muertos y a los vivos
y
hemos bebido la sangre derramada
y
espolvoreado los huesos,
hemos
recogido las hijas e hijos desperdigados.
Y
ahora
besaremos
la tierra,
masticaremos
la tierra
con
la boca, con la lengua y los labios,
hundiremos
en la tierra
las
manos, los ojos, los pies.
Escupiremos
amor
sobre
las que fueron fracturas de la tierra.
Avanzamos
del
brazo,
como
debió ser
desde
siempre
si
tanto hombre a imagen y semejanza de dios no hubiera intervenido.
QUEDARSE
Ella
desaparecida, ella asesinada.
En
mi cabeza
lavo
su cuerpo
y
cierro sus heridas,
coso
sus pedazos,
y
los descoso luego
y
vuelvo a empezar
mil
veces
mil
veces
mil
veces
hasta
reconstruirla
en
mi cabeza.
Dicen
las autoridades
que
trabajaba en la maquiladora,
que
puta, que su vida inadecuada,
que
era una mujer en riesgo,
que
una se moja si sale a la lluvia,
lo
dicen
antes
de asesinarnos,
mientras
nos asesinan
y
después de habernos asesinado.
Pero
seguimos aquí,
más
mujeres,
más
organizaciones de mujeres,
más
voces, más manos, más cerebros,
más
ojos, más piernas, más espaldas
de
mujeres,
más
mujeres
para
ser felices,
para
mantenernos vivas,
para
defender nuestro derecho a disfrutar la lluvia.
En: Isabel Hualde. Reconstrucciones. Ed. Vitruvio, 2017
Isabel Rivas me acompaña con su voz extraordinaria en el poemario "Reconstrucciones" junto con los poetas Marina Aoiz, Teresa Ramos, Iosu Moracho y Mikel Sanz, todos ellos aupando y posibilitando esa "reconstrucción" final. Gracias a todos ellos y a Antonio Orihuela por difundir.
ResponderEliminarMuchas gracias, Isabel Hualde, por darme la oportunidad de formar parte de tu "Reconstrucciones",y muchas gracias, Antonio, por contribuir tanto a la difusión de ideas, sentimientos y deseos escritos desde el extremo
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