En
mi libro La habitación de Pascal, hace
algunos años, proponía yo la “fórmula de la doble B”: 1) Siempre nos quedarán
las bacterias, y 2) siempre nos quedarán los bosquimanos.
Siempre nos
quedarán las bacterias, porque los niveles básicos de la vida en este planeta son punto menos
que indestructibles: ni aun empleando toda la inimaginable potencia destructiva
acumulada en forma de armas de destrucción masiva lograríamos perturbar
significativamente la vida bacteriana de la Tierra. Y siempre nos quedarán los bosquimanos porque
hay una línea de continuidad que vincula el potencial creativo humano de los
“primitivos” que pintaron los muros de los santuarios del arte paleolítico como
Chauvet y Lascaux y Altamira, pasando por la fabulosa tradición oral y el
notable art de vivre de los
bosquimanos, y que enlaza con la parte más libre y noble de los seres humanos
de hoy en día.
Mi
amigo Paco Puche añade una tercera B: siempre
nos quedarán los bonobos, la amable y erótica y cooperativa socialidad de
los bonobos, como nos ha enseñado el gran primatólogo Frans de Waal. Y cabría
añadir incluso una cuarta: siempre nos
quedará Bizancio. No sólo el de los poetas –como Luis Antonio de Villena
con su Viaje a Bizancio— sino también
el de los ecologistas aficionados a la prospectiva y escrutadores de la
posibilidad de colapso ecosocial. Pues confrontado a la posibilidad de colapso,
Bizancio reaccionó bien: Joseph A. Tainter contrasta el Imperio romano de
Occidente, y su triste final, con el imperio bizantino donde en el siglo VII se
adoptó “una estrategia que es realmente rara en la historia de las
sociedades complejas: la simplificación
sistemática”.[1]
[1] Joseph A. Tainter: “Social complexity and sustainability”, en Ecological
Complexity, 3 (2006), p. 97. También Lewis Mumford trató esta importante
cuestión histórica en El pentágono de
poder (Pepitas de Calabaza, Logroño 2011, p. 703-704).
En: Jorge Riechmann. ¿Vivir como buenos huérfanos? Ensayos sobre el sentido de la vida en el Siglo de la Gran Prueba. Ed. Catarata, 2017
En: Jorge Riechmann. ¿Vivir como buenos huérfanos? Ensayos sobre el sentido de la vida en el Siglo de la Gran Prueba. Ed. Catarata, 2017
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