“Gaia representa una lección de humildad
frente al mito del progreso tecnológico generador de ansias de dominio y
conquista. Un árbol, por ejemplo, incluso desde nuestros mitos de reducción
mecanicista, es una máquina de una eficiencia y capacidad a años luz de lo que
el mejor ingeniero podría soñar. Un árbol absorbe una pequeña parte de la energía
incidente para fijar el disperso CO2 en su propia estructura,
participando en el ciclo del carbono, donde éste se recicla a tasas de más del
99’5% (nuestra civilización no recicla nada a escala amplia por encima del
50%). Además, usa la mayor parte de la energía incidente para participar en el
ciclo del agua de Gaia, con lo que, además, sube los nutrientes que necesita
desde el suelo (al que contribuye a formarse y enriquecerse) hasta las ramas y
las hojas. Esta ‘máquina’ es capaz de autorrepararse y resistir tormentas que
pocas estructuras humanas resisten, es capaz de sobrevivir, si así se le
requiere, durante miles de años, y es capaz de generar un bosque y de alimentar
a humanos y animales. Debajo de él hay un microclima cuya sombra es más
eficiente para enfriar el suelo de nuestras ciudades que nuestros mejores
‘aires acondicionados’. La pregunta es: ¿cómo no hacer sagrado a alguien así?
Bajo una gran secuoya, un gran ginkgo, un gran cedro o un gran roble, cada vez
somos más los que sentimos un deseo casi irrefrenable de abrazar(los). Durante
el colapso es urgente ir a los botes salvavidas, durante el colapso
desaparecerán la mayoría de nuestras tecnologías y tendremos que recurrir a las
de Gaia, que eran desde siempre más eficientes, pero ahora serán casi las
únicas a las que recurrir. Así que la permacultura y otros ensayos de gentes
‘visionarias’ formarán parte de los nuevos mitos y cultura. Necesitamos
urgentemente hacer plantaciones masivas de árboles que ayuden a reconstruir los
ecosistemas dañados a la vez que nos proporcionan la flotabilidad necesaria
(son los botes vivos del Titanic).”
Carlos de Castro, “Colapso y transición de
nuestra civilización: defensa del gaiarquismo”, Albolafia 10, febrero de 2017,
p. 91; http://www.albolafia.com/trab/Alb-Doss-010.CASTRO.pdf
En: Jorge Riechmann. ¿Vivir como buenos huérfanos? Ensayos sobre el sentido de la vida en el Siglo de la Gran Prueba. Ed. Catarata, 2017
En: Jorge Riechmann. ¿Vivir como buenos huérfanos? Ensayos sobre el sentido de la vida en el Siglo de la Gran Prueba. Ed. Catarata, 2017
Se puede vivir sin el hormigón, pero no sin las plantas. Es así de sencillo.
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