Antonio sigue ahí,
casi como cuando lo conocí
Lo llaman los amigos, supongo
y deben decirle algo así como
"Antonio, a ver si puedes acercarte
y nos lees unos poemas…"
Y Antonio se posa delicado delante de un micro
como criatura a la que sacan
de algún lugar cálido,
el hogar donde los guerreros
regresan para meditar
Y parece tan ínfimo, tan pequeño, tan inofensivo
con su librito entre las manos
eligiendo con cuidado y mimo
las balas con que ha de segar
el aire corrupto que nos rodea
Pero es tan necesario,
tan certero,
tan herida en la herida
Se convierte, porque lo convertimos
en una especie de oráculo pre-apocalíptico
y con pedagogía nos corresponde
en una serie de posibilidades
asegurando que es verdad eso de que
otro mundo mejor es posible
más allá de la televisión
Antonio es, para ellos
lo poco que tienen para sentirse menos esclavos
Pero para nosotros es,
lo mucho que tenemos para sentirnos nuestros dueños
Puede parecer poca cosa,
apenas una pieza de artillería
que los rebeldes hemos colocado
en mitad de la plaza
para hacer frente al arsenal poderoso
de ciborgs y drones
con que el tirano
quiere hacernos polvo
Seguramente podría haber sido
miembro de la real academia,
incluso prologado por Sánchez Dragó,
tertuliano junto a Pérez-Reverte
y hasta concursante de gran hermano
¿Os lo imagináis?
Pero eligió estar entre los que iban a perder,
estar presente en el bando que cuenta bajas
para volver de nuevo al barro y al hambre
puede que porque con barro y hambre
se conforme la chispa del revolucionario
Antonio permanece ahí
un rato más de píe, diciendo
que él sabía el precio que tenía que pagar
por ser capaz de elegir su propio bando
Le hacemos preguntas después,
cuando sus poemas todavía silban por la sala
Preguntas a las que él mira
como diciendo en su armoniosa sonrisa:
Vosotros ya sabéis las respuestas
Un hámster en una ruleta,
le leí una vez
Y es verdad,
aunque nunca se lo he dicho
que también yo tengo esa sensación de que él,
de alguna forma representa el antiguo vínculo mágico
que tenemos las almas contemporáneas
con los viejos chamanes de la tierra
No es el único ni tampoco el último
Pero uno si tiene en su presencia
esa sensación de que:
Como no aprovechemos esta oportunidad
sus poemas más tristes
se van a hacer una realidad aún más jodida
Nosotros le escuchamos…
¿Será suficiente para él?
¿Será suficiente para nosotros mismos?
No lo sé,
pero en cualquier caso,
Antonio sigue ahí
Cristian Esteban Martín. Inédito
Un honor, amigo...gracias
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