Hecho raíz,
un buen día
dejaré de escribir,
desleído en la propia
consciencia del nombrar,
las palabras empiezan a
perder significado,
cada vez más
desapalabrado ante la belleza,
mejor que escribir,
participar,
mejor alegría y unión,
mejor goce y
disolución.
Una habitación azul,
un agua azul,
un cielo azul,
un ojo azul,
un azul, azul.
Antonio Orihuela. Disolución. El Desvelo Ed. 2018
A toda raíz acaban brotándole alas... y "plumas".
ResponderEliminarDe lo contrario sería una raíz malograda.
(Es mi manera -egoísta- de procurar que ese "buen día" que avizoras no llegue nunca)
Gracias, gracias!!
ResponderEliminarNo hay de qué, no hay de qué.
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